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Marcelo Casanova
Periodista de la redacción de
EDFM y padre de una alumna del Colegio Kloketen
El conflicto que se ha suscitado por estos días en el Colegio Provincial Kloketen, ante un posible traslado de la institución a la escuela inaugurada en el barrio del Río Pipo a fines del mes de junio, en un enmarcado acto de proselitismo, ha despertado en la comunidad educativa del Colegio (llámese alumnos, padres y docentes) un profundo rechazo a la actitud solapada de los funcionarios del Ministerio de Educación, que creen ser los titiriteros de la vida de los chicos que allí concurren.
Una supuesta evaluación, que según dichos de Daniel Arrieta, el supervisor Escolar del Nivel Secundario, lleva casi un año, y según la ministra Sandra Molina, desde que ella asumió en el cargo, no puede realizarse en el más absoluto de los secretos, sin darle participación alguna a los principales interesados.
Fueron ustedes, señores funcionarios, quienes mintieron a los alumnos y a nosotros los padres en nuestra propia cara no blanqueando una situación, que, espero equivocarme, tenían casi definida llevar adelante y que gracias a una “filtración” se enteraron alumnos y docentes.
Allí, comenzó la inquietud de los chicos y los padres que nos enteramos una semana antes de culminar el ciclo lectivo que probablemente nuestros hijos deban iniciar el año próximo en otro establecimiento muy distante del que concurren hoy. Aun no salimos del asombro de todos los hechos que se desencadenaron por sus escondidas evaluaciones. Todos sabemos y deben dejar de engañarnos que el establecimiento del Río Pipo se hizo para satisfacer las necesidades de ese sector importante de la ciudad, no se construyó en exclusividad para los alumnos del Kloketen Anexo.
La realidad es que los superó la situación y no tuvieron alternativas de tener que darle un espacio a esos chicos que estudian de manera hacinada en ese lugar donde actualmente siguen ocupando, a pesar de las innumerables promesas de ustedes de trasladarlos cuando este en condiciones el nuevo edificio, que reitero, inauguraron con toda una comitiva gubernamental, llevaron a los alumnos en combis, cortaron las cintas y vergonzosamente hoy, transcurridos cinco meses todavía está sin utilizar.
No obstante, de todo lo malo, surge algo bueno. Esto bueno es la capacidad que han demostrado estos jóvenes alumnos de defender sus derechos, de tener sentido de pertenencia, de hablar con madurez y exigir el respeto de sus mayores, de no tener miedo a las autoridades, sin faltar a la verdad, como sí lo han hecho ustedes.
Digo esto, porque en una semana han tenido la rapidez de pegar notas en la escuela diciendo que en diversas oportunidades se habló del traspaso de la sede, cuestión que desmiento, que siempre estuvo en mente el traslado total de los dos colegios, cuando a lo largo del año nunca se habló de esto. De lo contrario, hubiesen convocado a la pomposa inauguración de la escuela “Enriqueta Gastelumendi” a los alumnos de la sede y esto no ocurrió. Sin embargo, lo que más debería avergonzarlos es la mentira, pero se ve que están acostumbrados a actuar desde las sombras, sin importarles el derecho de los demás, sean adultos y menores. La nota enviada el 1º de agosto de este año a las autoridades del Colegio, firmada por quien entonces era Secretaria de Educación y actual ministra de la cartera, la señora Sandra Molina, dice claramente que las instalaciones de la nueva escuela no estaban en condiciones, a pesar de su inauguración, donde “será trasladado el Anexo del Kloketen” decía la nota. Y algunos párrafos, mas abajo expresa que ponía en conocimiento “que mediante el expediente Nº 21451–ED/2010 se tramita el traspaso del Kloketen Anexo al establecimiento ubicado en las urbanización Río Pipo, el cual será de manera gradual a fin de no entorpecer las tareas educativas”.
Por todo esto, cuando nos dicen que siempre se planteó el traslado de todo el edificio, nos mienten y en nuestra propia cara. Es lamentable que personas adultas como ustedes, que tienen a su cargo la implementación de las políticas educativas de nuestros hijos, actúen de esta forma retorcida y desagradable. Es al menos para replantearse la actitud que han tenido y un buen ejemplo a copiar, la coherencia de los chicos para defender lo que consideran un atropello a sus derechos. Quizás, la Ministra, hoy cuando regrese de Buenos Aires y se reúna con los alumnos y los padres, recapacite y reconozca sus errores, que es de honestos hacerlo. Sé que hoy le toca estar en una función difícil que quizás no hubiera pensado hace algunos años, pero a veces viene bien recordar de donde venimos, para no perder el rumbo de quienes somos.
