EDFM dialogó con el ex combatiente que pidió identificar a los caídos
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ldquo;No paré de llorar, cuando lo anunció (la Presidenta de la Nación) me conmovió y el poder devolverle la identidad y su historia (a los Caídos de Malvinas). Que las madres puedan ir a realizar sus duelos en las tumbas (con nombres y apellidos de sus hijos)”, es lo que siempre soñó el veterano de guerra de Malvinas Julio Aro.
El ex combatiente de Malvinas estuvo en el regimiento Nº 6 de Mercedes de la Provincia de Buenos Aires. Era soldado y tenía 19 años cuando participó durante los 74 días que duró la guerra del Atlántico Sur.
El soldado argentino, que actualmente es profesor de Educación Física, tras una visita que hizo a las Islas Malvinas en el 2007 decidió ayudar a los veteranos de guerra ante las situaciones traumáticas de post guerra, con contención, y también a los familiares; y para ello se fijó la meta con distintos proyectos.
Siente paz cuando recuerda que estuvo en Malvinas precisamente el 2 de abril del 2007, y se emociona cuando relata que fue “para reencontrar a ese Julio de 19 años. Era una cuestión pendiente para llorar, donde yacen los soldados argentinos en Darwin”. Eso le trajo paz y fortaleza para continuar con otros objetivos, dice.
Reconoce poseer “una sensación mezcla de alegría y dolor frente al imponente Monumento a los Héroes de Malvinas en el Cementerio de Darwin” y lo que más le impresionó “y caló en lo más profundo de su alma”, fue ver las leyendas que tienen algunas tumbas, “Soldado argentino sólo conocido por Dios”.
Aro, que estuvo prisionero durante la guerra y que le tocó trasladar algunos cuerpos de sus compañeros en 1982, trajo a su memoria aquella jornada cuando esperaban para embarcar en el Bahía Paraíso: “Teníamos como diarrea de tomar agua de pozo porque las torres de agua estaban bombardeadas y tuvimos que tomar lo que había…”.
Identidad compartida
Por otra parte, contó a EDFM que al año siguiente (2008) fue invitado, a través de una periodista de la revista Gente, a participar de un proyecto “Identidad Compartida”, en Gran Bretaña a donde viajó junto a otros dos veteranos de guerra, José María Raschia y José Luis Capurro. Allí tuvieron la posibilidad de conversar sobre la forma de contrarrestar los suicidios, producto de los estrés post traumático que dejó la guerra del Atlántico Sur, entre Argentina y Gran Bretaña.
“Fuimos porque nos interesaba contar con información y cómo trabajaban con sus veteranos. Aprendimos mucho de cómo atienden a sus abuelos y los Caídos de Malvinas”, expresó Aro. El veterano de guerra también explicó que los ingleses “en 1982 en la corta guerra de Malvinas fue donde más bajas tuvieron en combate, según ellos (los británicos) hubo alrededor de 300 ingleses fallecidos”.
En Londres, el ex soldado argentino y actual presidente de la Fundación “No me Olvides”, comentó que lo que más le había dolido fue “esa placa de ‘Soldado argentino sólo conocido por Dios’ (que vio en Darwin)”. Tal es así que a su regreso con los otros ex combatientes decidieron proyectar algo para acompañar a los padres de los Caídos de Malvinas.
Fue entonces que en 2008, de regreso de Londres, comenzó a consultar a los padres “si existía la posibilidad concreta de saber dónde estaba su hijo y si ellos aceptarían en donar una gota de sangre (para identificar a los cuerpos de los Caídos en Malvinas) y todos dijeron que sí”. Aro menciona que le respondieron “ya sacáme la sangre” para el ADN.
En el Cementerio de Darwin hay 237 combatientes argentinos y unas 123 tumbas que no están identificadas con nombre y apellido, sólo se lee “Soldado argentino sólo conocido por Dios”.
Carta
Por tal motivo, Aro a través de la periodista Gabriela Coficci envió una carta a la Presidenta de la Nación Cristina Fernández de Kirchner, que esta posteriormente entregó el cantante inglés Roger Waters, con el proyecto para que se identifiquen los cuerpos de los argentinos en Darwin y recobren su identidad.
La propuesta tuvo eco y la Jefa de Estado, en el acto central del 2 de abril pasado, al cumplirse los 30 años de la gesta de Malvinas, anunció el pedido que iba a realizar a la Cruz Roja Internacional para que se identifiquen a los argentinos que yacen en el Cementerio de Darwin.
Según el ex combatiente de Malvinas hay varias madres que se sumaron a la idea de identificar los cuerpos de sus hijos y a realizarse los análisis correspondientes de ADN.
Así la Fundación “No me olvides” fue sumando esfuerzos y padres que condicen con la propuesta e iniciativa de Aro.
El veterano de guerra y titular de la Fundación, expresó que entre los familiares que desean que se identifiquen los cuerpos figuran la mamá del soldado José Honorio Ortega, Sonia Cárcamo de Río Gallegos; María del Carmen Montoya y Nélida Montoya.
La Cruz Roja Internacional recepcionó la carta de la Presidente de la Nación (ver nota aparte) con el pedido de identificar los cuerpos de los argentinos enterrados en suelo malvinero.
Ante la consulta de que algunos veteranos de guerra no están de acuerdo con que se identifiquen los cuerpos de los soldados argentinos, Aro respondió que “respeto todas las opiniones, pero nadie puede negarle el derecho que tienen los padres”.
Cementerio de Darwin
Los militares “no enviaron a nadie” para identificar los cuerpos
Por otra parte, el ex soldado argentino que participó del conflicto del Atlántico Sur contó a EDFM que cuando estuvieron en Londres se entrevistaron con un británico de apellido Cardozo, quien realizó un informe minucioso sobre la “rehumanización de los cuerpos” de los argentinos en Darwin.
A respecto Aro recordó, que Cardozo fue contratado por el gobierno inglés, en 1982, porque en aquel entonces, se avisó a la Argentina para que fueran a identificaran a los Caídos en Malvinas, pero en ese momento el Gobierno Militar, “no enviaron a nadie”, aseguró.
Según el ex combatiente, Cardozo “hizo un informe muy minucioso durante la reconstrucción y traslado de cuerpos en el Cementerio”. Dijo que explicó las condiciones en que encontró los cuerpos, cómo lo desenterraron, a qué distancia se encuentran uno a otros, lo que tenían en el bolsillo de la izquierda y de la derecha, en qué bolsas los pusieron y hasta el cajón que utilizaron para la rehumanización.
“Fue realmente un trabajo impresionante”, sostuvo Aro, quien indicó que por el momento, “el informe es confidencial”.
Sin embargo dio detalles indicando que en el informe consta, que el 11 de noviembre de 1982 encontraron muerto a un soldado de Mar del Plata, que pudo ser identificado “porque estaba la chapa y el cuerpo conservado por la nieve y el frío”.
En otro caso, el informe indica que junto a un soldado argentino muerto habia “siete cartas”, por lo que “es muy probable que sea quien figura en esas misivas, porque no tenía su chapa identificatoria”.
El informe que le entregaron y que hicieron traducir, no solo lo conserva Aro y sus compañeros, sino que además copias del mismo, fue remitido a la presidencia de la Nación.
Por último, Aro destacó que al tema había que manejarlo con cautela por los familiares y por ello se asesoraron para avanzar despacio, “para que los papás y mamás puedan ver la posibilidad de saber dónde están sus hijos”, ya que “hace 30 años que están esperando que se identifiquen la identidad de los cuerpos”. |