Derogaron la promoción industrial para las petroleras
Sorpresivo anuncio desde Buenos Aires

Derogaron la promoción industrial para las petroleras

16/05/2012
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ápido de reflejos, el Poder Ejecutivo convocó ayer a conferencia de prensa para precisar los alcances del decreto nacional 751/12, por el cual dejó “sin efecto los beneficios impositivos y aduaneros previstos en el Régimen Especial Fiscal y Aduanero de la Ley Nº 19.640 y sus normas complementarias, para las actividades relacionadas” con la extracción de petróleo crudo y gas natural, de servicios relacionadas con la extracción de petróleo y gas, excepto las actividades de prospección, y los servicios geológicos y de prospección, y que también alcanza “a las personas de existencia visible o ideal que se dedican a la exportación” de recursos hidrocarburíferos.
La Gobernadora justificó la convocatoria y la necesidad de trasmitir un mensaje a la ciudadanía “para poner algunas certezas” ante la incertidumbre que había generado en diversos sectores de la sociedad de Tierra del Fuego la difusión de la norma rubricada el 15 de mayo por la Presidenta de la Nación.
Afirmó que “tenemos la palabra de la ministro de industria, Débora Giorgi, de que esta decisión que se ha tomado respecto de las actividades extractivas de petróleo y gas no incluyen y no van a incluir ningún otro tipo de actividad económica que se realice en Tierra del Fuego, y que no hay ninguna intención del gobierno nacional de afectar a ninguna otra actividad relacionada con el régimen de promoción industrial”.
Aclarado este punto, Ríos restó dramatismo a la determinación adoptada por el Gobierno nacional, al indicar que lo que se hace con el decreto 751, “es poner en igualdad de condiciones a la actividad extractiva de petróleo y gas que se realiza en Tierra del Fuego con la que se realiza en cualquier otra provincias del país”, ya que partir de ahora, las petroleras que operan en nuestra provincia deberán comenzar a tributar “el 21% de IVA y el 35% de ganancias”; sobre lo que indicó que ello implicará para el Estado nacional reducir en unos 1000 millones de pesos al costo fiscal de cerca de 3500 millones de pesos que representa el sostenimiento del régimen de promoción establecido en la 19.640. Señalando que de esos 1000 millones, la provincia percibirá por coparticipación federal de impuestos, un monto que no superaría los 8 millones de pesos, y como contrapartida en las arcas provinciales se reflejará la pérdida de unos 60 millones de pesos que ingresaban por la certificación de origen de la producción de petróleo y gas.
A pesar de que este negativo impacto para la finanzas provinciales, adquiere en épocas de “fino equilibrio” particular relevancia; la Gobernadora respaldó abiertamente la determinación adoptada por el gobierno nacional. “Cuando uno tiene que administrar un régimen que le sale al pueblo argentino 3500 millones de pesos y 1000 millones se los lleva una actividad que da mano de obra a 950 trabajadores, es verdaderamente razonable que se vea como se rediscute esto o como se modifica” apuntó, a la vez que dejó en claro que “como Gobernadora de la provincia estoy dispuesta a defender las actividades económicas relacionadas con el régimen, en tanto guarden racionalidad con los recursos que se destinan, con el trabajo que generan y con la disposición que esto hace al mejoramiento de la calidad de vida de nuestra gente”.
Ríos se mostró convencida de que la exclusión de las actividades relacionadas con la producción de gas y petróleo de los beneficios de la 19.640 no hará que las empresas petroleras resuelvan dejar de operar en la provincia. “Pueden elegir irse, pero hay que ver si hay áreas disponibles (en otras provincias) con los niveles de rentabilidad que tiene en Tierra del Fuego”, sostuvo. Esta apreciación fue compartida por el vicegobernador Roberto Crocianelli. Si bien dijo que “es cierto que con esta medida el margen comercial neto de las empresas se achica”, planteó que si la “actividad es rentable en el continente” también los seguirá siendo en Tierra del Fuego, con la única diferencia que las petroleras que operan en la provincia ya no tendrán la “renta excesiva de estos 40 años”.
También señaló que el cambio de escenario que plantea el decreto 751 “abre la posibilidad cierta” de avanzar en “procesos de industrialización de hidrocarburos” en Tierra del Fuego. “Antes para que (las empresas) iban a industrializar petróleo si con la simple extracción obtenían el mismo beneficio fiscal” explicó.
Los funcionarios consideraron un hecho que la medida sí tendrá impacto en el proceso de renegociación de contratos petroleros que están en marcha en la provincia. “En la renegociación hay pretensiones de ambas partes. Evidentemente las empresas van a plantear sus pretensiones en este nuevo escenario y nosotros también”, porque a las empresas les cambia la estructura de costos y a la provincia el esquema de ingresos.
Lo que queda por dilucidar es en cuánto pueden modificarse los acuerdos ya alcanzados, ya que el ministro de Industria, Fabio Delamata, precisó que “en cada uno de los párrafos de la renegociación se supeditaban los montos de los cánones a que no cambiar la situación impositiva”, que en la práctica es lo que ha sucedido con el dictado del decreto nacional 751/12.
Por último, Ríos anunció que ayer a la noche viajaron a Buenos Aires los ministros de Economía y de Industria e Innovación Productiva, y el secretario de Energía e Hidrocarburos, Omar Nogar, para reunirse con autoridades nacionales.

Las razones del Gobierno nacional

Los motivos por los cuales el Gobierno nacional resolvió excluir de los beneficios previstos en la 19.640 a las actividades relacionadas con la producción y exportación de gas y petróleo quedaron plasmados en el considerando del decreto 751, que sostiene los siguiente: “Que el Régimen Especial Fiscal y Aduanero previsto en la Ley Nº 19.640 y sus normas complementarias, se sancionó con el fin de fomentar la actividad económica y asegurar, de ese modo, el desarrollo de la región y el establecimiento permanente de población argentina, atendiendo a su peculiar situación geográfica extremadamente austral y a las consecuencias directas que ésta produce en materia de aislamiento, condiciones de vida y oportunidades laborales; estableciendo una serie de estímulos fiscales y aduaneros, a tales efectos.
Que la política económica actual privilegia el logro de saldos exportables destinados a mejorar la balanza de pagos, propendiendo —simultáneamente— a la explotación racional de los recursos no renovables con el fin de garantizar también su disponibilidad para las futuras generaciones.
Que los objetivos señalados requieren del esfuerzo mancomunado y coordinado del ESTADO NACIONAL y de los Estados Provinciales.
Que corresponde profundizar las acciones destinadas a la concreción de los objetivos perseguidos con la Ley Nº 26.741, mediante la cual se declaró de interés público nacional y como objetivo prioritario de la REPUBLICA ARGENTINA el logro del autoabastecimiento de hidrocarburos, así como la exploración, explotación, industrialización, transporte y comercialización de los mismos, a fin de garantizar el desarrollo económico con equidad social, la creación de empleo, el incremento de la competitividad de los diversos sectores económicos y el crecimiento equitativo y sustentable de las provincias y regiones.
Que dichas acciones, así como las políticas que se están implementando en la materia, permitirán afianzar el proceso de reindustrialización de manera de alcanzar una sensible mejora de las condiciones de vida de la población.
Que para garantizar la continuidad en el largo plazo del acelerado crecimiento económico con perfil industrial que se verificó desde el año 2003, es necesario asegurar la disponibilidad de aquellos recursos que resultan estratégicos para sostener la expansión de la producción en condiciones económicamente razonables y previsibles en el tiempo.
Que resulta indiscutible que el petróleo y el gas como recursos naturales no renovables se encuentran entre aquellos imprescindibles para el desarrollo, habiendo constituido una de las bases históricas del crecimiento del país.
Que el petróleo y el gas no pueden ser tomados simplemente como un commodity de exportación —como fue el oro en la época de la colonia, cuando en Sudamérica la actividad industrial, productiva y comercial era mínima; y entonces se trataba de venir a explotar los recursos naturales de nuestros países como si fueran simplemente materia de exportación para llevárselos a los países centrales—, sino que debe otorgárseles un tratamiento acorde al crecimiento del país, con cada vez mejor distribución del ingreso, con participación de los trabajadores y con cada vez mejores estándares de vida para toda la población.
Que una cosa es considerar que se trata simplemente de bienes a extraer y a exportar al exterior, como lo hizo la ideología imperante en la década de los noventa —cuando la actividad doméstica no existía o estaba en vías de desaparición— y otra muy distinta es pensarlos como un instrumento estratégico, porque se transforman en un resorte y un elemento central del crecimiento y del bienestar de la población argentina.
Que ello define el papel que ocupan el petróleo y el gas. Si uno tiene una economía que quiere orientar hacia los servicios, no queda más que venderlos ligeramente a otros que producen. Si estamos industrializando a tasas inéditas en la historia de la economía nacional, el lugar que ocupa la energía o el petróleo es completamente distinto.
Que por tal motivo deviene imperativo revertir, acompañando las políticas económicas implementadas por el ESTADO NACIONAL, el carácter de país importador de recursos naturales —como el petróleo y el gas— y lograr el autoabastecimiento, generando de tal modo las condiciones para asegurar la satisfacción de la demanda interna de una manera sustentable y con precios adecuados, para el presente y para el futuro.
Que, asimismo, constituye un deber del Estado garantizar que el precio de venta de los mismos en el mercado interno no quede sujeto a las fluctuaciones e inestabilidad que caracterizan al mercado internacional.
Que consecuentemente, resulta necesario ejercer las facultades que le fueron oportunamente conferidas al PODER EJECUTIVO NACIONAL por la Ley Nº 19.640, dejando sin efecto los beneficios impositivos y aduaneros para las actividades relacionadas con la producción de gas y petróleo; así como también para la exportación de los recursos mencionados”.


TFEQ pidió 60 días más para pagar

En el día de ayer la empresa Tierra del Fuego Energía y Química presentó una nota ante el Poder Ejecutivo, solicitando se le conceda una prórroga de 60 días para cumplir con el pago de la segunda cuota de la compra anticipada de gas de regalías, según señaló el secretario de Hidrocarburos, Omar Nogar.
Por el momento, no se informó oficialmente la decisión que adoptó la gestión Ríos sobre el particular, pero fuentes gubernamentales consideraron que se accederá a tal petición.
La empresa debería haber cumplido con esa obligación de pago el 27 de diciembre del año pasado. Ante la imposibilidad de afrontar la erogación superior a los 30 millones de dólares, el 9 de febrero la Gobernadora otorgó una prórroga de 90 días corridos para que cumpliera con esa obligación contractual, que venció el pasado martes 8.

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