Su esqueleto fue trasladado al Museo Acatushún, en Estancia Harberton

El CADIC terminó con la primera etapa de recolección de la ballena varada en la Península Ushuaia

29/07/2012
L
uego de finalizar la remoción de los tejidos blandos, el esqueleto del espécimen de Ballena Jorobada hallado hace más de veinte días en la Península Ushuaia fue trasladado al Museo Acatushún, en Estancia Harberton
La doctora Natalie Goodall, investigadora del CADIC–CONICET –quien se recupera de una intervención quirúrgica– manifestó su beneplácito cuando fue informada que el esqueleto completo del ejemplar de Ballena Jorobada (Megaptera novaeangliae), ya estaba en camino a la Estancia Harberton, para ser depositado en el Museo Acatushún, que ella misma dirige. Fue necesaria la participación de expertos y voluntarios, quienes trabajaron bajo la coordinación de tres biólogas con gran experiencia en este tipo de tareas, las doctoras Natalia Dellabianca y Luciana Riccialdelli, becarias posdoctorales del CADIC–CONICET y la Licenciada María Constanza Marchesi, personal del Museo Acatushún.
La doctora Dellabianca agradeció “muy especialmente la colaboración y apoyo logístico brindado” por la Dirección de Áreas Protegidas y Biodiversidad, representada por la Licenciada Andrea Romero, el Guardaparque Jorge Troche, el Brigadista Pedro Cardozo, la licenciada Silvia Gigli y el Doctor Miguel Isla; como también de otros profesionales del CADIC, como la Licenciada Natalia Paso Viola, becaria, y el doctor Fernando Santiago, investigador; del personal técnico del aeropuerto y de la Policía Aeroportuaria.
Asimismo, hicieron extensivo el agradecimiento al Ingeniero Manuel Cuperio y a la Doctora Gabriela Scioscia, quienes informaron sobre el varamiento, y a Federico Bronzovich quien proporcionó el vehículo para el traslado del esqueleto.”
Ante la pregunta de cómo había sido el trabajo, la Dra. Riccialdelli afirmó que “teniendo en cuenta el tamaño del ejemplar y las adversas condiciones climáticas el trabajo a campo que se realizó ha sido arduo. Sin embargo, a pesar del cansancio, es destacable la excelente predisposición y la buena compañía de todos los que participaron en la campaña. Además la organización del trabajo, tanto previa como a campo, permitió lograr tomar buenas muestras de algunos tejidos y asegurar que el esqueleto quedara completo, creo que la labor realizada en tan poco tiempo ha sido excelente.”
Por su parte, la Licenciada Marchesi indicó que a pesar del estado de los órganos, “se pudieron tomar muestras de valor”, y que “debido a la importancia que tiene el especímen para la colección, era imperioso que se recuperara el esqueleto completo. La rapidez con la que se pudieron remover los tejidos blandos fue sorprendente”, destacó.
Como todos los años, el proyecto “Aves y Mamíferos Marinos Australes” con sede en el Museo Acatushún, Estancia Harberton, durante el verano próximo acogerá un grupo de pasantes – generalmente estudiantes avanzados o graduados de las carreras de Biología y Veterinaria – que vendrán a vivir la experiencia de trabajar en contacto con la fauna de Tierra del Fuego, dirigidos por la Dra. Goodall. Durante su permanencia, relevarán las costas fueguinas en busca de animales muertos, aprenderán a limpiar y acondicionar especímenes de cetáceos, lobos marinos, focas y aves. Junto con otros mamíferos y aves recolectados durante los últimos meses, la ballena varada en la Península Ushuaia, será acondicionada para su estudio y posterior exhibición.
En instalaciones del museo funciona una dependencia exterior llamada “la casa de los huesos” en la que los pasantes llevan a cabo la tarea de limpieza final de los especímenes recolectados, los cuales son clasificados para dejarlos disponibles para su posterior análisis por parte de distintos estudiantes avanzados y expertos que investigan la vida animal. Esta etapa consiste en limpiar a fondo los huesos, de manera que no queden restos de tejidos blandos susceptibles de descomposición, para lo cual los pasantes se valen de técnicas y herramientas que les permiten dejar los esqueletos en condiciones de ser conservados en armarios – cuando las dimensiones lo permiten – o exhibidos dentro o fuera del edificio del museo, también dependiendo del tamaño de los ejemplares.
El individuo recientemente recolectado será el primero completo de la especie Ballena Jorobada de los tres con que cuenta el Museo Acatushún. Para quienes deseen ver el esqueleto de esta ballena y conocer el museo, deberán esperar hasta mediados de octubre, ya que durante esta época del año permanece cerrado.
El Museo Acatushún fue inaugurado en marzo de 2001. Fue creado por la familia Goodall con el apoyo de las empresas petroleras Total Austral y Propac Argentina y acoge la colección de esqueletos de animales exclusivamente hallados muertos –principalmente aves y mamíferos marinos– que la Dra. Goodall comenzó a formar cuando se convirtió en residente de nuestra provincia, hace más de cuarenta años. La colección es si duda la más completa de la región y probablemente una de las más grandes del mundo.