E
l intendente de Ushuaia, Federico Sciurano, volvió a cargar contra la intención del ejecutivo provincial de aplicar la ley 648 de manera previa a la coparticipación con los municipios, y aseveró que “si bien queremos ayudar, no queremos someternos a ninguna cuestión que esté por encima de nosotros, ni poner en juego, bajo ningún punto de vista, la independencia económica de nuestra ciudad”.
En un encendido discurso pronunciado en ocasión del desfile cívico militar, el mandatario comunal exhortó a la “a los integrantes de la clase política de Tierra del Fuego a “transformarnos en esa fuerza única, para poder afrontar este momento que nos toca vivir”, para lo cual “tiene que aparecer lo mejor de nosotros”, asegurando que “nosotros queremos ser solidarios, como lo hemos sido con Tolhuin, y realmente queremos ayudar y entender este difícil momento que nos toca vivir”.
“Pero, sin ninguna intención de incomodar a nadie, tengo que ser muy claro, y decir que si bien queremos ayudar, no queremos someternos a ninguna cuestión que esté por encima de nosotros, ni poner en juego, bajo ningún punto de vista, la independencia económica de nuestra ciudad”.
Aseveró que “somos conscientes de que hoy estamos ante una situación que da la posibilidad de que la Municipalidad pierda 150 millones de pesos el próximo año, y eso me obliga a decir que no podemos permitir que nuestra ciudad colapse, ni a que se le genere daños irreparables”.
Con “lo mejor de nosotros”
“En ese sentido es que apelo a lo mejor de todos nosotros, para que con un criterio de trabajo conjunto, y una visión solidaria, podamos hacer nuestro aporte sin necesidad de tener que discutir quién tiene más poder, o quién tiene menos”, emplazó, para manifestar luego que “queremos participar de una mesa que esté integrada por las fuerzas sociales que tienen que marcar un cambio para adaptarnos a la realidad que nos toca vivir hoy” y proyectarla “en el corto y mediano plazo”.
Planteó “una mesa integrada por los gremios, las cámaras empresariales, y las fuerzas políticas y administrativas, que nos puedan llevar adelante en la realidad que hoy tenemos”, insistiendo en que “somos gente solidaria, consciente del rol que nos toca, y queremos ayudar”.
Obligaciones con la ciudad
“Tenemos la obligación de que nuestra ciudad pueda pensarse y recibir los fondos que le corresponden para poder llevar adelante esa planificación”, dijo, para advertir luego que Ushuaia “necesita que la deuda que se tiene con el gobierno de la provincia no se siga incrementando”.
Sciurano exhortó a que “los recursos de la Municipalidad lleguen en tiempo y forma”, y dijo que está dispuesto a “plantearlo en los ámbitos que correspondan, de manera tal que nos permita pensar una provincia integrada, donde estamos todos incorporados como partes, sin buenos ni malos, sin cristos ni anticristos, sino un objetivo común que es sacar nuestra provincia adelante”.
El mandatario comunal observó que “los caminos largos necesitan de mucho compromiso, y de mucha voluntad para poder llevarse adelante”, y remarcó que “esto es lo que nos va a permitir, cuando lleguen los momentos difíciles, buscar en el interior de nuestro espíritu para poder superar momentos complejos, sacando lo mejor de nosotros”.
Solidarios
“Cuando hay una causa que realmente nos compromete, las cuestiones personales quedan de lado, y lo único que nos motiva es el bien colectivo”, manifestó el titular del ejecutivo capitalino, quien señaló que “estos últimos días pude encontrarme con una provincia extraordinaria, llena de buena gente que quiere hacer el bien y que quiere ser solidaria”, además de “participar cuando la causa es justa, y cuando vale la pena”.
Admitió no obstante que “me encontré con lo que sabemos que tenemos, pero que a veces nos cuesta ver: con una provincia única en nuestro país y en el mundo, con paisajes que son irrepetibles y que nos motivan a tener todos los días un lugar mejor”.
Sciurano sostuvo que las soluciones que se buscan “dependen de nosotros, porque hemos demostrado como pueblo de lo que somos capaces de hacer cuando estamos todos juntos”, recordando que “hemos demostrado que cuando estamos divididos y peleados somos capaces de hacer, y hacernos, mucho mal”.
Entendió que “hoy nos encontramos ante un desafío que necesita lo mejor de cada uno de nosotros, esa causa solidaria que nos haga olvidar nuestras cuestiones personales, y reconocer que cuando una persona tiene un anhelo es una cuestión personal, que cuando un grupo tiene un anhelo es una cuestión sectorial, pero que cuando toda una sociedad tiene un anhelo es un océano de fuerza que no se puede desconocer”.
