Máximo: sobre Abadón y su desgraciada e injusta muerte “Era un caballo muy querido por la familia y por amigos y allegados que lo conocían. Lo criamos desde que era un pequeño potrillo. Recuerdo que se lo encargamos a Don Eduardo Macleod, quien lo trajo especialmente desde la Estancia Los Cerros. Es natural para las personas generar un vínculo sentimental muy fuerte con los caballos. Son animales extraordinarios. Dóciles, inteligentes, sensibles y solidarios. Además Abadón, así era su nombre, era manso y amigable. Siempre le dimos todos los cuidados necesarios. Por ello Abadón estaba en excelentes condiciones de salud. Poco tiempo atrás el personal de la Municipalidad lo había chipeado acorde al programa de registro de equinos en el ejido urbano. Era muy lindo, de raza cuarto de milla, de color cobrizo, similar al color de la lenga en otoño. Valeria, quien era la que más se encargaba en la familia de cuidarlo, lo utilizaba para andar ya que estaba domado y muchos fines de semana participaban colaborando con las cabalgatas que hacía Adolfo Imbert en la zona del Monte Susana. También participó en los desfiles del 12 de Octubre y en actividades educativas con niños. Lo mataron dentro del predio en el que lo teníamos. La Quinta D 90, que es un predio privado de propiedad del señor Arko donde hay grandes pastizales. Lo apuñalaron varias veces y por los detalles que dio el veterinario de la policía, el animal tardó en morir y sufrió mucho. Tenía varios cortes en el rostro además. Cabe preguntarse si en Ushuaia, una ciudad próspera en la que hay trabajo, alguien por necesidad llegue al extremo de matar de esta manera a un animal manso. Para llevarse unos pocos kilos de carne mal habida. Solo un villano que no tiene el más mínimo respecto por los demás y por la vida puede hacer esto. Es claro que no es necesidad. Es maldad. Espero que la policía pueda hacer algo al respecto y que este individuo no quede impune y siga haciéndole daño a la comunidad”. |