Polémica por la aplicación de la ley Gaucho Rivero

El Presidente de la Cámara de Turismo calificó de “catástrofe” la cancelación de cruceros

11/12/2012
E
l presidente de la Cámara de Turismo de Ushuaia, Marcelo Lietti, calificó como una “catástrofe” para la actividad a las cancelaciones de cruceros en el puerto local, como consecuencia de la aplicación de la ley Gaucho Rivero.
“Lo que para muchos es auspicioso para nosotros es una catástrofe que recién empieza y sobre la cual habíamos advertido cuando se promulgó esta norma”, afirmó el empresario.
Lietti se refirió de esta forma a la suspensión de las recaladas de los barcos turísticos Seabourn Sojourn y Veendam, cuyo arribo a la ciudad estaba previsto para el lunes pero que se suspendió por “razones de seguridad”.
Tal como informó este medio ayer, el Seabourn con unos 450 pasajeros y el Veendam, con cerca de 1300, tenían previsto llegar a Ushuaia, pero temiendo manifestaciones de sectores proclives a la ley, optaron por continuar viaje.
“De hecho estos dos cruceros ya anunciaron que levantan todas sus recaladas de la temporada. Solamente estos dos buques implican 18 mil pasajeros, o sea 18 mil entradas menos al Parque Nacional, tasas portuarias, viajes en taxi, compra de regalos o de excursiones”, detalló el titular de la cámara empresarial.
Por otra parte, Lietti consideró que la situación se tornará más grave aún si se cumple lo anunciado por las grandes armadoras de cruceros que evalúan directamente abandonar al país como destino para sus embarcaciones.
“Esto recién empieza y hablamos de algo muy grave. No hay que olvidarse que el tránsito de cruceros en el mundo depende de solo dos grandes compañías, Carnival Corporation y Royan Caribbean, y de ahí se desprenden todos los barcos de este tipo que andan por el mundo”, señaló el empresario turístico.
“Hay miles de personas que viven de esta actividad. Gente que se quedará sin empleo. No podemos ignorar la realidad brutal que se va a venir. Quién va a pagar este costo”, se preguntó Lietti, y sostuvo que “lo que perdemos en un minuto nos va a costar años recuperarlo”.

Maniobra coyuntural

Según detalló el titular de la Cámara de Turismo, las armadoras que manejan los cruceros contrataron una consultora internacional para que los asesore acerca de cómo manejarse ante esta situación particular, a lo que hay que agregarle que el tema fue motivo de análisis en las últimas reuniones de las asociaciones de empresas de cruceros.
“En principio su estrategia es ir acomodándose a la situación. Por eso la maniobra del Seabourn (declaró en una recalada anterior que no iba a Malvinas y finalmente lo hizo) fue para tener la menor cantidad de juicio por parte de sus pasajeros por los puertos que se habían comprometido a visitar en el momento de la contratación del viaje. Fue una maniobra coyuntural”, advirtió.
Sin embargo, también cuentan con argumentos legales, porque “a pesar de la Ley Gaucho Rivero, también tienen un permiso de Cancillería que los autoriza a navegar”.
“Hay que tener en cuenta que a los pasajeros del barco no les interesan nuestras discusiones sobre soberanía. Y las compañías son empresas de negocios, por lo tanto van a ir donde los atiendan bien”, declaró Lietti.
También dijo que el caso del lunes, las dos embarcaciones tenían pensado entrar a puerto porque habían contratado servicios con empresas locales e incluso “nos pidieron ayuda para interceder ante las autoridades. Nosotros les explicamos que éramos una cámara que nucleábamos a prestadores de servicios, y que esto era una situación política”, precisó el dirigente turístico.
Por otra parte, el titular de la cámara empresarial alertó sobre la posibilidad de que los cruceros comiencen a optar a partir de ahora por otros destinos cercanos, a pesar de que nos cuenten con infraestructura portuaria.
“Nosotros tenemos un puerto y creemos que con ello solucionamos todos los problemas. Pero nos olvidamos que cuanto más grandes son los barcos, más fácil les resulta operar sin un muelle. En muchos lugares se utiliza el sistema de descenso con tender y el barco se queda en rada. Los barcos antárticos se van a Punta Arenas y los turísticos pueden ir a Puerto Williams”, advirtió Lietti.
“Todos queremos recuperar nuestras islas. Eso está más que claro. Algunos quieren poner la bandera en las islas, y nosotros nos imaginamos poner nuestras agencias. Pero los métodos no son estos, sin lugar a dudas”, enfatizó.

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