Repudian la violencia ejercida

Magui-Mar denunció a un grupo de sindicalistas por el ataque a una garita en Andorra

04/02/2013
I
ntegrantes de la cooperativa Magui-Mar, que presta servicios de vigilancia en asentamientos irregulares de Ushuaia, denunciaron un nuevo ataque a una garita de control de la empresa. Esta vez, el episodio se registró a primeras horas del domingo en el Valle de Andorra, donde un grupo de sujetos, que fueron identificados como integrantes del gremio de Camioneros, destruyó con violencia una casilla de vigilancia ubicada en ese sector de la ciudad.
El hecho tuvo lugar después que la empresa haya procedido a desarmar, el viernes pasado a última hora sobre la calle Itatí, por orden del Municipio capitalino una estructura construida de manera ilegal, y por la cual también pesó una orden judicial.
El titular de Magui-Mar, Oscar García, relató que “en la madrugada del domingo, un grupo de personas que –aclaró– si bien no podemos certificar, sabemos que estarían vinculadas con el sindicato de camioneros, procedió a destrozar la garita de control” al anotar que “evidentemente les moleste que haya custodia en el lugar y quieren que la cooperativa se retire”. Asimismo, el entrevistado aseguró que “estos mismos sujetos estuvieron involucrados en el armado de la casilla que fue desarmada por orden judicial el viernes”. Incluso destacó que “tenemos certeza que los materiales fueron pasados en camiones de recolección de basura y transportes de bebidas gaseosas, que ya fueron identificados”.
Por ese motivo advirtió que “el caso no va a quedar aquí, sino que se realizará las acciones correspondientes en la justicia, porque las pérdidas económicas son importantes”.

Final de contrato

En diálogo con EDFM, García recordó que el próximo 9 de marzo se pondrá fin a la relación contractual que mantiene con la Municipalidad de Ushuaia por la prestación de servicios de custodia de los predios fiscales ocupados irregularmente en la capital. La decisión estaría siendo analizada por el Consejo de Administración de la firma, argumentando razones netamente de seguridad y ante el desgaste producido por la labor que significa controlar la expansión de los terrenos usurpados en la capital fueguina.
Atribuyen además importantes pérdidas económicas perpetradas por ocupantes durante operativos de desarme y control. Al respecto, el gerente de Magui-Mar, repudió que “hay un grado de violencia que no podemos seguir tolerando y poniendo en riesgo a nuestra gente” y reconoció a su vez que “también tuvimos muchas pérdidas económicas, con la destrucción de muchas herramientas de trabajo”, dijo.
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