P
or la Dip. Nac.
Rosana Bertone
Un día como hoy, pero del año 1975, Naciones Unidas consagraba el Día Internacional de la Mujer. Desde entonces, esta fecha sirve para celebrar y al mismo tiempo reforzar un claro mensaje a favor de la defensa de los derechos de la mujer.
Este año el lema de la conmemoración es “Una promesa es una promesa: es hora de actuar para acabar con la violencia contra la mujer”. La idea es reforzar el compromiso de la comunidad internacional en la lucha contra un flagelo que afecta a mujeres en todo el mundo.
Un compromiso que requiere una participación activa y concreta, como la que tuvimos en el Congreso de la Nación a la hora de aprobar la reforma de la Ley contra la Trata de Personas, a fines del año pasado.
Una Ley que tuvo su primera versión en el 2008, oportunidad en la que también intervine en su debate y sanción, y que permitió –hasta la fecha de la reforma mencionada de diciembre de 2012– rescatar en el país 3875 personas, en su enorme mayoría mujeres, realizar 1819 allanamientos y detener a 1396 personas. Ahora esperamos que la reforma tendiente a mejorar el marco legal permita incrementar los resultados en un plano en donde las cifras son mucho más bajas y en el que es necesario un cambio cultural que contribuya a que las víctimas de violencia se animen a romper el “círculo de silencio”.
Me refiero a los procesos y sobre todo las condenas en sede judicial, una cuestión esencial para que las mujeres, no solo víctimas de la trata sino de cualquier tipo de violencia, sepan que su decisión de derribar los muros de su drama privado para finalmente hacerse escuchar no sufrirán un segundo calvario, esta vez por la indiferencia del sistema de justicia a la hora de protegerlas y sancionar a sus agresores.
Un buen ejemplo para revertir esta tendencia lo acaba de dar la Asociación de Mujeres Jueces de Argentina (AMJA) que junto a la Fundación Avon presentaron una campaña educativa e informativa a la que las mujeres víctimas de violencia pueden acceder por teléfono, bajo el lema “La Justicia está de tu lado, usála. Si tenés dudas y necesitás informarte, llamá al 0800–66–68537 (MUJER)”.
Volviendo a mi trabajo legislativo, en esa línea de protección de los derechos de las mujeres se inscribió la sanción de otro proyecto que impulsé en la Cámara de Diputados y que terminó en la supresión de la figura de avenimiento del Código Penal. El avenimiento permitía la conciliación entre la víctima y su abusador sexual evitando la condena de éste último y abriendo la puerta a nuevas agresiones y abusos. La derogación que determinamos en el Congreso Nacional, en septiembre pasado, es otra muestra concreta de trabajo y gestión por los derechos de la mujer y en contra de la violencia de género.
Creo que la mujer es el motor de la vida: a partir de las mujeres todo se enciende y todo avanza. Es por eso que en este día tan especial no solo quería rendir un homenaje y desearle un feliz día a todas las mujeres de Tierra del Fuego, sino contarles lo que hice y decirles que seguiré trabajando para luchar contra toda forma de violencia y discriminación, como base indispensable para poder alcanzar el pleno ejercicio de sus derechos.
