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as autoridades de la Municipalidad de Ushuaia cuestionaron el accionar de algunos vecinos del Valle de Andorra consistente en el impedimento de que se avance en la construcción de redes de agua y cloaca en el lugar, boqueando el sector con sus vehículos.
Tras señalar que se trata de personas a quienes el Municipio les había pedido “que corran sus cercos para que pudiera realizarse una zanja” en la calle principal de la zona que se está urbanizando, el secretario de Desarrollo y Gestión Urbana del Municipio, Jorge Cófreces, lamentó la reacción que adoptaron, puesto que “a futuro esa obra va a garantizar que podamos seguir con los servicios en el Valle de Andorra”.
El citado funcionario aclaró, no obstante que la medida no fue llevada adelante en forma masiva, de todos los vecinos, sino que fue un grupo minúsculo de ellos.
El arquitecto Cófreces resaltó que se trata de una obra “importantísima de servicios” en ese sector, la cual implica “una inversión de 11 millones de pesos”, para precisar que el proyecto contempla “la distribución de agua y cloaca de las primeras 64 hectáreas urbanizadas, y el troncal de agua que abarca un poco más que este sector”.
“No se puede entender, de ninguna manera, que nos impidan avanzar obras que se piensan a futuro y sobre una calle que es principal, por la que accede todo el mundo, y que a nadie se le ocurriría cambiar la traza”, fustigó el Secretario de Desarrollo y Gestión Urbana de Ushuaia.
Observó que, ante la situación denunciada, desde el Municipio ”hemos intentando evitar cualquier tipo de conflicto” y que se le solicitó a la empresa que lleva adelante la obra “que haga una exposición policial ante la imposibilidad de continuar con un contrato vigente”, adelantando que “después haremos los trámites legales que tengamos que hacer ante la imposibilidad de poder dialogar en condiciones que sean lógicas para llevar adelante la urbanización de Andorra”.
Cófreces aclaró que desde el ejecutivo capitalino “no estamos dispuestos a llevar la obra en las condiciones que ellos pretenden”. En cuanto a dichas pretensiones, recordó que existe “un pedido del Concejo anterior, promovido por (el edil Juan Carlos) Pino, que prácticamente es inaplicable porque apunta a dividir a voluntad de los vecinos la tierra que tienen ocupada”.
Anotó que “hoy, las 174 hectáreas de Andorra, así como las 64 que llevamos urbanizadas, significa el sacrificio de tierra cercada por antiguos ocupantes, en beneficio de nuevas posibilidades de urbanización que el Municipio quiere dar a gente que tiene en sus listados”.
