Es fundamental la limpieza, el orden y aislamiento en nuestras casas y terrenos

El CADIC nos da algunas claves para controlar la existencia de ratas

07/04/2013
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as ratas urbanas presentes en Ushuaia comprenden dos tipos, la rata negra o rata de barco (Rattus rattus), y la rata noruega o parda (Rattus norvegicus).
Estas dos especies difieren en tamaño y hábitos. La rata negra tiene una cola que iguala aproximadamente al tamaño de su cuerpo, además de orejas relativamente grandes, mientras que la rata noruega tiene una cola proporcionalmente más corta que el cuerpo y orejas pequeñas. La rata noruega es muy dependiente del hombre en lo que se refiere a refugio y comida, a diferencia de la rata negra, que puede alimentarse del ambiente natural sin tener una dependencia tan grande del hombre. También sus defecaciones nos ayudan a diferenciarlas. Mientras las defecaciones de la rata negra tienen la forma de granos de arroz grandes, las de la rata noruega parecen carozos de aceituna pequeño, es decir que tienen una forma que tiende a ser más redondeada.
El signo más evidente de la presencia de ratas en nuestros ámbitos es la presencia de defecaciones. Por lo general, las ratas son animales desconfiados, de modo tal que se suelen desplazar cerca de los ángulos entre el piso y la pared, y es allí donde hay que buscar sus rastros. Otros signos que podemos ver son deslizaderos en la tierra que se dirigen hacia agujeros en el fondo de nuestras casas, o pilas de fragmentos de cosas que las ratas hayan acumulado para fabricar nidos como plásticos, cuero, etc.. Son grandes trepadoras por lo que podemos encontrar sus defecaciones en los lugares más insólitos de nuestras casas.
Las ratas urbanas están asociadas al hombre. Nuestra actividad genera las condiciones de refugio y comida para que se desarrollen. Teniendo en cuenta que nuestra actividad y nuestro descuido les genera oportunidades, hay mucho que hacer para reducir la posibilidad de que las ratas invadan nuestros espacios, es decir, que tengamos ratas en nuestro terreno, casa, galpón o edificio.

Las claves son limpieza, orden y aislar nuestra casa o instalación

Limpieza y orden significan retirar de nuestro terreno la basura apilada como chapas, tirantes y restos de construcción. Todo eso constituye refugios para estos animales. Dado su carácter reservado, un terreno limpio no es un lugar amigable para las ratas.
Cortar el pasto también evita la proliferación de ratas. Nuevamente, el pasto largo es un refugio para estos animales, así que, si sencillamente lo cortamos, eliminamos otro factor de riesgo.
También debemos controlar cómo hacemos disponible la comida de nuestras mascotas. El alimento de perros y gatos es alimento gratis para las ratas. Por lo tanto si detectamos ratas en nuestros predios debemos cambiar el modo en que entregamos la comida a nuestras mascotas, olvidándonos de dejar el plato de comida con alimento para que nuestras mascotas coman “a demanda”.
Existe una variedad de técnicas para controlar las ratas, desde la captura con trampas hasta los venenos anticoagulantes que se venden en supermercados y ferreterías. Sin embargo es mucho más barato prevenir haciendo nuestros predios menos atractivos para las ratas que gastando dinero en veneno. Por otro lado, con el tiempo parte de las ratas se torna menos sensible a los venenos comerciales, por lo que se recomienda el trabajo de un experto en control de plagas ya que manejan las últimas toxinas disponibles en el mercado.
Un punto importante a tener en cuenta es que las ratas son muy “neofóbicas”, es decir, sienten rechazo por lo nuevo en su entorno. Cualquier cosa, desde una trampa nueva hasta una bandeja con veneno colocada en su entorno, inspira desconfianza en estos animales, por lo que no debe esperarse una respuesta inmediata ante el veneno o ante una trampa.
Las ratas pueden ingresar a los espacios de nuestras casas. La calidad de la construcción de una casa hace una diferencia sustancial en que sea vulnerable al ingreso de ratas, que se suelen instalar en los entretechos, en los paneles huecos o debajo de nuestras casas, donde la temperatura siempre será más amable que en el exterior. Una rata negra puede pasar por un orificio de 2,5 cm de diámetro, por lo que es importante sellar las posibilidades de ingreso a nuestra casa, aún las que nos parecen pequeñas.
Tenemos varias maneras de sellar nuestra casa, siempre que tengamos en cuenta que el material que usemos no pueda ser roído por las ratas. Una buena alternativa para sellar de emergencia es la viruta gruesa de acero, como la que se usa para rasquetear pisos. No hay diente que pueda con ese material, es relativamente económico y fácil de aplicar para sellar agujeros pequeños.
También debemos tener un comportamiento socialmente responsable. De nada sirve que yo me preocupe por mantener el orden y limpieza en mi casa si mis vecinos mantienen un desorden y basuras óptimas para el desarrollo de los roedores. Cualquier edificio rodeado de otros edificios donde no haya cuidados, sufrirá la llegada de las ratas desde esos edificios.
Las ratas urbanas se han desplazado con el hombre en esta zona desde que los barcos navegaban estas latitudes hace más de trescientos años. Estas ratas representan un factor de tensión no sólo para nuestro hábitat urbano y para nuestra salud, sino que también afectan a la biodiversidad de nuestra isla. Sabemos que las ratas han diezmado poblaciones de varias especies de aves, entre ellas petreles y albatros en varias islas del mundo, incluyendo las Islas de los Estados, Malvinas y Georgias.
Todo lo que hagamos para evitar la proliferación de la rata noruega y de la rata parda, será beneficioso no sólo para nuestra fauna nativa sino para nuestro propio bienestar.