Sin recursos para reparar los existentes

Gobierno analiza comprar un nuevo avión sanitario

01/05/2013
C
omo lo hemos informado en la edición pasada, el Estado provincial no tendrá aviones en servicio para realizar evacuaciones sanitarias y transporte como mínimo por los próximos 60 días. Todo ello debido a que las dos aeronaves, el ARAVA 102 y el Lear Jet 35, se encuentran en reparación y por ende fuera de servicio.
De esta compleja trama que yace dentro de la Dirección Provincial de Aeronáutica, uno de los problemas más importantes es en el mantenimiento y operatividad del ARAVA. El bi–turbo–hélice de origen israelí de ala alta y tren de aterrizaje fijo, de extraño diseño ovoidal.
El problema con este avión no radica en la edad que posee –salió de fábrica en 1979–, sino que dejó de producirse hace más de 2 décadas, que en el mundo solo operan unos 60, que día a día se dificulta obtener repuestos y que por ende cada vez es más complejo conseguir instructores que den cursos de ese avión a los pilotos.
Fuera de Tierra del Fuego, en el único lugar del País que hay un avión igual a este, es en Salta. A esa provincia han ido durante los últimos años nuestras tripulaciones a realizar instrucción, cada vez que se le vencían los permisos de vuelo. Esa solución siempre a mano, para que los pilotos puedan quedar nuevamente habilitados a volarlo, podría tener fin en los próximos meses. El gobierno de Salta, sacaría del servicio a su ARAVA y el nuestro, sería el último de ellos en la Argentina.
Si la Dirección de Aeronáutica poseyera un pañol de repuestos mínimos con qué responder ante la necesidad de cambio de una bomba hidráulica, de una manguera o un par de pastillas de freno, y también fondos disponibles para reparar o inspeccionar las piezas; los aviones no estarían tanto tiempo fuera de servicio y los pilotos no quedarían deshabilitados.
Pero como ello no sucede desde hace años, lo más probable que este episodio vuelva en un futuro a repetirse. Prueba de ello, es la deuda que arrastra la provincia desde comienzo de 2012, por un monto de 18 mil dólares con el fabricante de Lear Jet, Bombardier. Razón suficiente para que la empresa no le esté vendiendo repuestos, hasta tanto no la cancele.

La herencia recibida

Entre las explicaciones que dio el abogado Gustavo Zanone –sucesor de Guillermo Aramburu en el ministerio de Gobierno del segundo mandato de Fabiana Ríos–, sobre las acciones que encaró la cartera desde que asumió en diciembre de 2011 a la fecha, se encuentran escrita en una de las respuestas que dio a las ocho preguntas formuladas por este medio. “En principio, resultó fundamental poder ordenar el estado administrativo en el que se encontraba la dirección lo cual se ve reflejado en la operatividad tanto de las aeronaves como el personal perteneciente al escalafón”, expresa como análisis de la herencia recibida. Advirtiendo por ello, que “se analiza la sustanciación de un sumario al anterior director”, dado que “para el reordenamiento administrativo, se requirió la presencia de la Escribana General de Gobierno en dos oportunidades”.
Queda claro que “el anterior director” (el Teniente de Corbeta José Alberto Andersen, que solo estuvo un mes), como también su antecesor (el piloto Carlos Alberto Lavado) fueron también designados por la gobernadora Fabiana Ríos, por lo que no deja de ser llamativo que el ministerio no descarte investigar las actuaciones de la Dirección de Aeronáutica durante la primera gestión de la actual mandataria.

La “intención” es lo que cuenta

Y aunque no hay fondos disponibles para resolver estos problemas menores del parque aeronáutico, el Gobierno no descarta comprar un nuevo avión. De esta manera, la gestión parece presuponer que con una aeronave nueva, “0 km”, se pondría fin a las continuas inspecciones, se libraría de tener que mandar a reparar piezas, de adquirir repuestos no tan solo a los talleres de Buenos Aires, sino al fabricante o al resto del mundo, y de paso dejar atrás, el vencimiento cíclico de los permisos de vuelo de los pilotos.
Ante la pregunta, la respuesta es contundente: “SI, existe intensión del gobierno de adquirir una nueva aeronave, para lo cual se está tramitando la compra de un avión sanitario en conjunto con el Ministerio de Gobierno y el Ministerio de Salud (dada las características del mismo) mediante expediente N° 3229–GM/13. Dicho expediente se encuentra en la Subsecretaría de Salud Comunitaria, para el análisis y asesoramiento de la aeronave que más se adapte a los requerimientos sanitarios de la provincia”.
Salvo las complejidades que giran en torno al ARAVA 102, esta aeronave como el Lear Jet 35, no poseen una cantidad de horas de vuelo significativas. Según explicó el Director de Aeronáutica (autoridad máxima de los pilotos) Marcos Javier Marconcini, “el Lear tiene unas 8000 horas de vuelo con la provincia” y algo “similar” calculó sobre el ARAVA.
Analizando con detenimiento la vida útil del Lear Jet 35 salido de fábrica en 1981 (el avión ingresó a la provincia con muy poco uso, reemplazando al Lear Jet 24 que desapareció tras un accidente aérea en el canal de Beagle con el Gobernador Ramón Trejo Noel y gran parte del gabinete, el 15 de mayo de 1984), queda a las claras que el uso de la aeronave es muy baja. Con una cuenta sencilla se podrá comprobar que en esto casi 29 años de vuelo para el Estado Fueguino, existe un promedio anual inferior a las 276 horas, lo que a valores mensuales tampoco llega a las 23.
Si tenemos en cuenta que cubrir ida y vuelta, la ruta Ushuaia–Buenos Aires–Ushuaia, le lleva a este Jet unas 7 horas, queda claro que esas 23 horas mensuales promedio, apenas supera los 3 vuelos entre los aeropuertos de ambas capitales.
Otro factor importante, es conocer “los ciclos”, cantidad de aterrizaje que acumuló el Lear 35 durante el uso que le viene dando la Provincia, para de esa manera conocer el otro factor primordial de su vida útil, o si se quiere; para saber el desgaste estructural del Jet.
A la pregunta efectuada por EDFM, Marconcini sin dar cifras reconoció que posee “un bajo nivel de ciclos”. Ello sumado a que sus horas de vuelo ronda las 8000, pone a las claras que si bien contar con un avión nuevo reduce el mantenimiento, no es un factor neurálgico para que se reemplace al actual o para que se adquiera otro.
Al ministerio de Gobierno le queda una pregunta aún sin responder: cuál es la marca y el número de serie de las turbinas del Lear Jet 35 LV–AIT. Con ese dato EDFM podrá consultar al fabricante y conocer en detalle la vida útil o si se quiere, el desgaste de las plantas motrices del Lear, para analizar con más elementos si la intención de adquirir una nueva aeronave tiene sentido, o si ello es parte de un proyecto de funcionarios que poco entienden de aviación.

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