E
l secretario de Organización de la Central de Trabajadores Argentinos(CTA), Paulo Baiz, hizo un balance del conflicto docente, el cual desde la Central se acompañó desde un primer momento, incluso a pesar de algunas “intimidaciones” recibidas por parte del Ejecutivo en cuanto al reconocimiento que la entidad sindical tiene en la provincia.
En este sentido, Baiz señaló que lo acontecido “lo tomamos como un triunfo de los trabajadores, porque esto también demuestra que las organizaciones mediante la pelea se pueden conseguir mejores condiciones salariales” y agregó que “fue una alegría muy grande porque este Gobierno debería cambiar su actitud y generar más diálogo con las organizaciones gremiales”.
En tanto, sobre las decisiones adoptadas por la seccional Río Grande del SUTEF, en cuanto a que se habría actuado contra las determinaciones tomadas por las bases, el dirigente gremial expuso que “los dirigentes de la seccional decían que no había que adherir al paro y quedó evidenciado como el 90 por ciento de acatamiento a la lucha se llevó puesto a esa conducción y ahora se les está pidiendo la renuncia a sus cargos”.
En este contexto, Baiz refirió que “se vio claramente quienes eran los que jugaban con el Gobierno de turno y la fracción que se ha generado es notoria. Por esto nosotros como CTA vamos a pedir al Congreso que llevemos adelante como dice el estatuto, la expulsión de este grupo de dirigentes gremiales” y afirmó que si “los propios representantes traicionan a sus afiliados, en esta Central no tienen lugar”.
Finalmente, indicó que también quedó demostrado el papel que tuvo la Central conducida por Hugo Yasky, ya que “siempre fue el alcahuete de los gobiernos de turno y lo que ha generado con sus actitudes es fortalecer al sector docente de la provincia y no se vuelve de las traiciones. Lo lamento por la gente de Río Grande porque los trabajadores no se olvidan de las cosas y no entiendo para que quieren ser dirigentes si después no acompañan la voluntad de lo que deciden las asambleas”.
