Autoridades judiciales y de derechos humanos mediaron para restablecer el orden
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oras de tensión se vivieron en la Unidad de Detención de Río Grande la noche del sábado y madrugada del domingo, luego que se desatara un motín que obligó al desplazamiento de autoridades judiciales y efectivos del servicio penitenciario y de la Policía de manera preventiva.
Los incidentes fueron de tal magnitud que movilizaron a gran cantidad de efectivos, no solo del Servicio Penitenciario, sino también de la comisaría Tercera, Servicios Especiales, además del juez subrogante, el Dr. Héctor Ochoa, el fiscal Guillermo Quadrini, el secretario de Seguridad Daniel Facio, e integrantes de Derechos Humanos.
Según el portal resumen policial de la ciudad de Río Grande la reyerta comenzó luego que autoridades del Penal comenzaran con las averiguaciones respecto al estado de salud de la madre del interno Luis Miguel López Villarroel, ya que el interno, aseguraba que su mamá se encontraba hospitalizada. Situación que luego, se supo era una falacia.
Debido a los ánimos inestables que suelen tener algunos internos, debido justamente al estado encierro, es que en cuestión de minutos comenzaron con los insultos hacia los efectivos del penal, y a ocasionar desmanes, como lo fue la quema de colchones.
Por este motivo, también se solicitó la presencia de personal de Bomberos que controló la situación.
Como consecuencia de la cantidad de humo que genera la quema de colchones, que por lo general son de goma espuma, un interno -Carlos Traberg- tuvo que ser asistido por personal médico.
Alrededor de las 3 de la madrugada del domingo, después de varias horas de tensión, y de negociaciones entre reos y autoridades judiciales, se logró poner orden en la Unidad de Detención 1.
