E
l Hospital Regional de Ushuaia (HRU) se ha convertido, en los últimos años, en un exponente de la decadencia en la que se encuentra la salud pública de Tierra del Fuego. El hacinamiento; la poca acepsia de los espacios de alto tránsito y espera; las carencias en materia de insumos y profesionales para la creciente demanda de la comunidad, son una postal continua que dejan atrás aquel hospital, que otrora fue un orgullo para los fueguinos.
Es que la guardia del nosocomio capitalino, durante la noche, se transformó en el lugar de descanso de varias personas en situación de calle que se vuelcan a ese ámbito en busca de cobijo para pasar las horas nocturnas. Hace algunas semanas circuló por las redes sociales como facebook y twiter una fotografía –de la cual este medio no pudo identificar su autor– que dio lugar a numerosos comentarios y expresiones de indignación por la situación que afecta a los que concurren en busca de atención sanitaria.
La imagen es elocuente y vale más que mil palabras. Con un alto grado de dramatismo, la postal deja ver en el pasillo de espera de la guardia del nosocomio capitalino un panorama desolador, donde cuatro hombres desparramados en los asientos pasan la noche durmiendo en los bancos que están destinados a quienes deben recurrir por algún malestar o situación imprevista. Esa realidad, diariamente, convive con las familias que requieren algún tipo de atención de salud. Puesto que, allí funcionan juntas la guardia pediátrica y adultos, generando serios inconvenientes.
Tendidos sobre los asientos, muchas veces bajo los efectos del alcohol o drogas, y cargando sus pocas pertenencias, recurren cada noche a las instalaciones públicas, principalmente en busca de seguridad y acceso a ciertos servicios básicos que les posibiliten un mínimo de subsistencia.
Muchos medios de comunicación han dado suficiente testimonio de esto, que repercute tanto en los pacientes como en sus familiares y en los funcionarios de los hospitales. Así se genera un clima de tensión permanente que agrava las ya difíciles condiciones de atención en los servicios de salud, ya que muchas veces esas personas se encuentran en estado deplorable.
Frente a este panorama, ante la falta de respuesta a esta vieja y problemática creciente, la Mesa de Salud, integrada por organizaciones no gubernamentales y vecinos autoconvocados en “defensa del hospital público” se reunió esta semana con autoridades de la cartera de Salud y el HRU para abordar varios temas, donde uno de los más acuciantes fue la falta de asistencia a este grupo de personas de bajos recursos, que lo único que hacen es empeorar la calidad de atención de la institución sanitaria.
Erasmo Gallardo, uno de los vecinos auconvocados, destacó a EDFM que “es lamentable ver cómo duerme la gente, en condiciones deplorables y sin ningún tipo de asistencia; empeorando las condiciones en las que son atendidos los pacientes enfermos”, sobre todo al anotar que “hay muchos niños que recurren para ser atendidos y deben convivir con este problema”.
En ese sentido, planteó que “queremos que se haga algo al respecto y que intervengan los organismos correspondientes, como Desarrollo Social, para generar un plan de contingencia al respecto”.
