Ocupación irregular

Una de las personas desalojadas brindó testimonio de su situación

14/04/2014
M
elisa Aguirre es una de las personas que se encontraba ocupando un predio irregularmente en el Valle de Andorra y que el pasado viernes fue desalojado por orden judicial. Actualmente vive en un hostal de la ciudad dispuesto por el Municipio “por tiempo indeterminado”.
En comunicación con FM Centro, la joven de 28 años, embarazada de 8 meses, narró cómo vivió el desalojo y cómo es su situación particular.
En este sentido, Aguirre explicó que “el viernes a la tarde por medio de la policía nos notificaron el desalojo y el desarme de las 4 viviendas”, comentando que cerca de las 18 horas “vimos alrededor de 65 policías de un lado que venían subiendo con la notificación y por lo que me dijeron desde la otra bajada eran alrededor 60 efectivos más”.
“Yo estaba sola adentro de la vivienda, porque mi marido hacia 5 días que estaba dirimiendo afuera, ya que no pudo volver a ingresar a partir del día que nos notifican que tiene que declarar en el juzgado”, manifestó recodando que la medida judicial que disponía que todas aquellas personas que salieran de las viviendas no pudieran volver a entrar en las mismas.
En este marco, la mujer detalló que ingresaron a la vivienda “6 policías femeninos y un masculino y me leyeron la notificación”. En ese momento, comentó que llegaron funcionarias del Ministerio de Desarrollo Social y de la Secretaría de Derechos Humanos, indicando que “no se presentó nadie de la Municipalidad”.
Asimismo, Aguirre expresó que “la situación fue muy tensa, no hubo violencia pero sí daño psicológico, me habían dicho que ha mi marido lo habían llevado y que lo tenían en la comisaría, y yo no sabía cómo reaccionar”. Además indicó que en el lugar no pudo estar su abogado, ya que fue notificado luego del desalojo.
En este contexto, la mujer se descompuso ante lo que “me dijeron que iba a recibir atención médica en mi casa pero nunca llegó”, reclamó, narrando que “luego me llevaron a la comisaría, me notificaron y realizaron todo el trámite burocrático primero para después terminar atendiéndome un doctor en una ambulancia”.
De esta manera, después de estar en la comisaría, las 4 familias fueron alojadas en un hostal “por tiempo indefinido, hasta que el Municipio nos dé una solución”, explicó.
Consultada a cerca de las posibles agresiones de los ocupantes hacia personal de Magui–Mar, la mujer dijo que fue la última en retirarse por lo que no vio cómo se desarrollaron el resto de los desalojos.
Por otra parte, detalló que en la vivienda pasaron más de 14 días, “de los cuales 4 yo estuve presa en mi casa sin poder salir, por lo que en esos días los vecinos nos tuvieron que alcanzar leña, agua y comida”.
En este sentido, Aguirre consideró que se vivió un “atropello a los derechos humanos y a los derechos del niño” recordando que “a ninguna de las 4 viviendas nos dejaban pasar alimentos, tampoco dejaban pasar a los padres de familias, así estuvimos un día, porque tuvieron que levantar la medida ya que se hizo la denuncia desde derechos humanos”.
“El desalojo había sido dado de baja y se había llegado a un acuerdo de las dos partes; tanto Municipalidad como las 4 familias que estábamos ocupando el predio”, recordó, comentando que se iba a realizar una medición el día lunes.

Situación de vida

“Hace 27 años que vivimos en Ushuaia, desde diciembre del 86”, sostuvo Melisa Aguirre expresando que “me formé, trabajo e invierto acá”.
En torno a la ocupación aseguró que “agotamos todas las instancias” antes de tomar la decisión de ocupar un predio irregular. Al respecto, narró que “cuando se me dio la oportunidad empecé a comprar una casa de la cual el año pasado me quedo en la calle por problemas con el dueño, y termina en mediación”. Luego dijo que vivieron dos meses con su suegra “hasta que encuentro un alquiler y lo empezamos a pagar por un año, pero mi pareja queda desempleada y el alquiler nos aumenta por lo que no lo puedo costear más, y esa fue la segunda vez que quedamos en la calle”.
“La única alternativa que se nos ocurrió es ir a ocupar un lugar para armar nuestra vivienda y prepararnos para el bebé. Cuando terminamos de armar la casa, nos desalojan y la desarman y rompen, quedando por tercer a vez en la calle”, expresó.
Sobre su situación laboral Aguirre admitió que trabaja en la Dirección de Puertos y cobra 18 mil pesos, manifestando que “si yo viera esos 18 mil, y tuviera posibilidad de ir a un banco y poder financiar hoy un terreno no voy a ir a meterme en un lugar”.
“A mi sueldo no lo veo completo, lo tengo afectado, y más allá de eso tengo la mayor predisposición. Fui al banco para averiguar por un préstamo para poder comprar legalmente y no me alcanza porque no llego a pagar la cuota del préstamo, la de financiación del terreno, el alquiler, y la comida”, lamentó.
Asimismo, sostuvo que “es imposible costear un alquiler en Ushuaia, además no hay un ente regulador, acá cada cual te cobra lo que quiere”, y agregó que “están pidiendo 5 mil pesos de alquiler, 5 mil pesos de depósito y 5 mil de comisión. Pero qué comes, con qué te vestís, y que no te vayas a enfermar”, cuestionó.
“Estamos anotados en Tierras de la Municipalidad donde no pudieron darme una respuesta y no nos quedó otra que buscar nosotros mismos la solución, porque hay un Estado totalmente ausente”, declaró, comentando que “conocimos a un par de familias que estaban en la misma situación, vemos que en la ciudad hay lugar y no nos queda más que organizarnos entre nosotros mismos y buscar la solución”, recalcó.
Para concluir, Aguirre expresó: “No entiendo por qué no nos dejaron en el lugar y nos dieron un plan de financiación, porque no estamos pidiendo que nos regalen algo ni diciendo que era nuestro”.
“Crecí junto con esta ciudad, mis padres están indignados como las familias de todos y como nosotros mismos. Jamás se me ocurrió que la vida me iba a poner en una situación así”, finalizó.

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