E
l emblemático colegio de Ushuaia que el año pasado se vio envuelto en un conflicto producto de la falta de mantenimiento eléctrico y de mantenimiento edificio ubicado en Fadul 37, actualmente funciona con alumnos, docentes y directivos divididos en dos sedes las cuales sufren falta de espacio y deficiencias edilicias.
Producto de esta situación, hace 7 días que la sede ubicada en Lasserre 134 (ex banco Santa Cruz) no dicta clases por exceso de calefacción, falta de ventilación, y de seguridad.
El Diario del Fin del Mundo recorrió el edificio y dialogó con Ricardo Julián Nóbile Rector del Colegio Provincial José Martí, quien explicó los motivos por los cuales 400 alumnos hace una semana no tienen clases.
“Los problemas en la ventilación y la calefacción se registran desde que llegamos en el mes de julio del año pasado, por lo que la temperatura que hemos registrado con nuestros termómetros y plasmado en actas en las aulas es de 28 grados y en la planta alta donde se ubica la cocina, biblioteca y secretaria, es entre 31 a 39 grados”, detalló el Rector.
En este marco, comentó que la recibió varias notas que enviaron los padres mencionando que los alumnos se descomponían por el calor y la falta de ventilación, por lo que se decidió la suspensión de clases. “Adentro de las aulas hace mucho calor o mucho frío, el aire se envicia y los chicos empiezan a descomponerse sobre todo a la tarde”, indicó.
El primer reclamo se realizó el 13 de diciembre cuando “pedimos que nos solucionen el problema de la ventilación” señaló. Se esperaba que en el periodo vacacional se trabaje en ello y de esa manera no afectar el dictado de clases, “pero al inicio este año estaba todo el igual”, lamentó.
Pese a ello, durante meses se buscó garantizar las tareas áulicas, pero “llegó a este momento donde los chicos se descomponen del calor, y debemos preservar la salud y seguridad de los alumnos”.
De esta manera la respuesta al reclamo llegó el fin de semana “cuando la empresa constructora intentó dar un tipo de solución”, comentó Nóbile, indicando que para ello se colocó una cadena a los ventiluces que se encontraban cerrados, con el fin de que puedan abrirse.
“Esto generó una especie de guillotina, ya que los vidrios no son los que corresponden y si las hojas se llegaran a partir caen enteras a los bancos donde se encuentran los alumnos”, agregó.
Ante ello “como responsable de la Institución y de la seguridad de los chicos, consideré que esto no era seguro, por lo que al notificarlo me dijeron que las bloquearían, pero solo pusieron tornillos que se zafaron, sin darle una solución definitiva”, aseguró el Rector.
Conjuntamente expresó que “sabemos que este edificio fue adecuado a una situación de emergencia para una institución escolar, pero estos vidrios deberían estar cambiados o funcionar de una manera que no corran riesgo los chicos”.
Cabe destacar, que los reclamos se realizaron ante la Supervisión del Nivel Secundario, desde donde se derivó a la Unidad Coordinadora Provincial ya que la misma fue la encargada de realizar la adecuación del edificio. En tanto que la empresa a cargo de la obra, es también la encargada de realizar los arreglos necesarios, puesto que aun corre el periodo de garantía.
Falta de espacio
Otro problema que padece la comunidad educativa es la falta de espacio en ambas sedes. En el caso de la antes mencionada sede del ex Banco Santa Cruz, la misma no cuenta con una cocina para preparar la copa de leche que habitualmente se entrega a los alumnos.
“Los chicos muchas veces vienen con hambre y frío, por lo que improvisamos una pequeña cocina”, sostuvo Nóbile.
De esta manera, se puede observar que la cocina es casi inexistente, el personal adecuó en un pequeño pasillo de la planta baja un lugar provisto de un anafe eléctrico, donde rodeados por cajas preparar todos los días la copa de leche.
En tanto que en el primer piso existe una estructura mínima donde debería desempeñar sus tareas los POMyS, pero el calor que llega a los 39 grados imposibilita el normal desempeño de las actividades.
“Le ponemos mucha buena voluntad, con lo mínimo tratamos de funcionar, lo único que pedimos es que nos resguarden la seguridad de alumnos y docentes”, manifestó el Rector.
En la planta alta la sala de profesores, biblioteca y departamento de orientación, funciona en una misma aula, por lo cual “no hay privacidad para atender casos delicados”. En tanto que en otra oficina se desempeña la Vicerrectoría, pero también ese espacio se utiliza muchas veces para abordar problemas particulares de los alumnos.
Por otro lado, Nóbile comentó que a “principios de año solicité a Defensa Civil Municipal que recorran el edificio y nos enseñen a hacer un simulacro de evacuación, pero todavía seguimos esperando”.
Sin información oficial
El Rector de la institución aseguró que desde que se ubicaron en las dos sedes transitorias hace 9 meses, aun no recibieron ningún tipo de comunicación fehaciente de las obras que se realizarían en el edificio de la calle Juana Fadul 37.
“La decisión política de refuncionalizar el edificio está en manos de la Gobernadora y del Ministerio de Obras Públicas, puesto que la Gobernadora se comprometió a invertir y devolvernos ese edificio que es nuestro”, enfatizó.
Asimismo dijo que “sabemos que la construcción de Andorra está pensada para una escuela del barrio, pese a que tiene la carátula de sustitución del edificio del José Martí”.
Pese a esto, “insistimos en lo que dijo el Instituto Antisísmico de San Juan, que el edificio de Fadul no presenta daños estructurales, que está en buen estado de conservación y que puede ser refuncionalizado”.
“Este edificio tampoco es antisísmico (ex banco Santa Cruz) y tampoco cumple con las condiciones que tendría que tener una institución educativa, por lo que nos sacaron de un lugar que no cumplía las normas, para ponernos en otro que tampoco las cumplen”, lamentó, señalando que “después de un año de esperar no hemos tenido ninguna solución”.
Pertenencia institucional
Pese a que la institución funciona en dos sedes, la comunidad educativa trabaja día a día por resguardar la identidad del Colegio y mantener la unión.
“Los chicos tienen un fuerte sentido de pertenencia y estoy orgulloso de ellos, son respetuoso, educados y cariñosos; tenemos una comunidad con sus altas y bajas pero sienten un fuerte sentido de pertenencia”, expresó Nóbile.
Al mismo tiempo comentó que “constantemente manifiestan el malestar que se vive en las aulas producto del excesivo calor, pero vienen igual”.
“El esfuerzo de tratar de sostener esta situación es de todos”, agregó el Rector, señalando que “los chicos bregan por estar todos juntos y ser un solo Colegio”.
Ante esto los directivos y docentes diseñan estrategias todo el tiempo “para seguir adelante”, como por ejemplo la realización de los actos institucionales más relevantes en el IPRA, “para que todo el Colegio comparta un momento juntos”.
Toda la comunidad educativa de José Martí aguarda definiciones del Poder Ejecutivo Provincial y del Ministerio de Educación sobre el futuro inmediato de la institución.
