Por falta de interés social y oficial

Perros asilvestrados: un fenómeno fuera de control

08/06/2014
L
a fuente de generación del perro asilvestrado se desarrolla en el ámbito urbano, a partir del abandono, y es consecuencia de la falta de conciencia social. Los mismos al volver al entorno natural, sufren una adaptación y adquieren características de sus antecesores, previo a que los cánidos fueran domesticados. El impacto en las actividades productivas del ámbito ganadero son, entre otras, las principales consecuencias del accionar de los perros salvajes, ya que se registra una reconversión de producción de ovinos a vacunos para evitar grandes pérdidas, sin que esto represente una solución real.
También se ve afectada la actividad turística, para quienes recorran el paisaje fueguino, ya que supone un potencial peligro para la integridad física. Pero en gran medida también corre riesgo el equilibrio en el ecosistema, que tiende a modificarse a una velocidad alarmante, si es que este tema no es tenido en cuenta, y no se centran los esfuerzos para buscar un plan específico con el fin de abordar este problema. Sin un compromiso social y oficial al respecto, no es posible afrontarlo. Así lo manifestó en entrevista con EDFM el Dr. Adrián Schiavini, investigador del CADIC–CONICET, quien es referente en la materia.

EDFM: ¿Cómo se observa desde el CADIC el problema de la existencia de perros asilvestrados?
Dr. A. S.: En mi opinión, es una de las máximas tensiones que tiene el ambiente fueguino. Todos los ambientes naturales están sujetos a presiones, que pueden ser naturales o producidas por el hombre. De estas últimas, las más importantes los últimos años han sido la introducción del castor (como dice un colega: uno de los fenómenos más impactantes desde la última glaciación, en cuanto al paisaje), y recientemente todo lo que es el desarrollo urbano y lo que esto implica para el ambiente. El perro es algo relativamente novedoso pero de alto impacto a muchos niveles, tal es así que puede cambiar con el paso del tiempo lo que hoy conocemos como el paisaje agreste o silvestre fueguino, básicamente lo que está afuera de la ciudad, que son los lugares donde accedemos con fines de recreación o turismo, pero también, impacta en lo que es la producción.
Una parte de la población de la provincia vive en el campo –más allá de que la mayor concentración se ubique en ámbitos urbanos– hay mucha gente que vive en, y del campo. Para esta porción de población, el cambio es prácticamente irreversible.
Algo que me gustaría destacar, es que para los fueguinos es una costumbre ir y comprar cordero, y la gente no es consciente de todo lo que significa producirlo. Tampoco se percibe lo que significa para la gastronomía de Tierra del Fuego, tener un producto de orgullo como el cordero fueguino. Todo eso va a cambiar irreversiblemente en el corto plazo, si no hacemos algo respecto al perro asilvestrado. Cada vez va a haber menos corderos, si esto ocurre, se va a restringir la zona de producción al norte de la isla –la zona esteparia– hasta que el perro avance también por la estepa, ya que en el ecotono (porción entre la margen norte del Fagnano y la estepa norte de la isla) hay cada vez menos ovejas. Se va a tener que traer el cordero de otro lado, y el precio va a ser otro y se va a perder algo típico. Además de la pérdida de un bien intangible, que es la historia y el conocimiento adquirido a lo largo de tantos años de producción.
Así mismo, va a impactar fuertemente en el estilo de vida del ámbito rural, porque muchos estancieros están cambiando de ovejas a vacas, ya que la vaca es más grande y menos vulnerable al ataque de estos perros. Pero eso, está en tanto y en cuánto no haya otras cosas que atacar; si todos los campos sacaran sus ovejas y tendrían vacas, atacarían a las vacas. Hoy en día encuentran presas más fáciles, como chulengos, aves silvestres y corderos. Por lo tanto, también es significativo para la industria ganadera ovina. Además los campos, no fueron diseñados para criar vacas, los alambrados están hechos para criar ovejas. Entonces, requiere de una inversión que el estanciero no puede afrontar, y además, no sería una solución ya que en el mediano plazo, los perros también van a atacar a las vacas. Esto demuestra cómo la ganadería está desatendida por parte del Estado, en torno a este tema.

EDFM: ¿Qué características biológicas favorables tienen para adaptarse tan rápidamente a un ambiente silvestre?
Dr. A.S.: El perro doméstico es un invento del hombre. Hace miles de años hubo por dos vías distintas de domesticación; la de los lobos por un lado, y la de los coyotes por otro, ambos son cánidos emparentados con los perros. El hombre en éste proceso se dio cuenta que si le tiraba comida, este animal salvaje se quedaba cerca del hombre obteniendo como beneficio, una alerta temprana contra un potencial peligro, ya que estos cánidos tienen los sentidos mucho más abiertos que nosotros. Se comenzó a retener a estos animales y así comenzó el proceso de domesticación, a través de un proceso conocido como “selección artificial”, que consistió que a lo largo de muchas generaciones de crías, fueron quedándose con los animales que más le servían para algo, y desechando a los que no. Así se llega a los perros que existen hoy en día, y a las distintas variedades –también logradas a través de la selección– orientadas a la función del perro. Se llega finalmente a un perro que depende del hombre y vive en un estado de completa infancia toda su vida.
Cuando ese perro se las tiene que arreglar por su cuenta en un ambiente silvestre, la cosa cambia. Esos perros que se van de la ciudad, o que la gente tira en el campo, se las tiene que arreglar como puede y no les va muy bien. Pero si tienen cría, esa cría nace en estado salvaje y se transforma rápidamente en un animal silvestre; vuelve a desarrollar comportamientos individuales y grupales que sus antecesores tuvieron durante miles de años. Se transforman en perros asilvestrados. Esto es, atacar en manadas en forma coordinada, y lamentablemente producir grandes matanzas, no por necesidad sino por instinto. Actualmente los perros asilvestrados pueden matar por matar entre 100 y 200 ovejas por día, porque responde al estímulo de la oveja escapándose, esto mismo ocurre también, con la fauna silvestre. Hoy están matando muchos chulengos y guanacos, y lo que es menos visible y no menos preocupante que es la predación sobre aves silvestres como cauquenes, patos, teros, etc.
Se potencia también el accionar con el zorro gris (especie introducida también), cuyos comportamientos son similares y se complementan.
Por todo esto, la situación del perro asilvestrado resulta gravísima y la gente no es consciente de eso.

EDFM: ¿A qué se le atribuye principalmente la existencia de esta problemática?
Dr. A. S.: El principal motivo es el crecimiento demográfico, y la falta de consciencia. Hay un falso pensamiento de que abandonar a un animal en el campo, es hacerle un bien porque uno lo deja en un ambiente natural. La realidad es que muchos mueren en el intento, y algunos pueden prosperar y van a producir un gran impacto. Pero esto no se ve, porque luego del abandono, la gente vuelve a su casa, no lo ve, no lo siente y por lo tanto, no le importa.
Pero por otro lado, en las ciudades persiste la noción de que es natural y está bien tener perros sueltos en el barrio. A tal punto que existe la idea del “perro comunitario”, no supervisado, que termina siendo un problema ya que atacan a carteros, recolectores de residuos, niños, al punto tal de que hay más de un mordido por día en Río Grande, sólo de casos denunciados. Todo esto parece ser natural y aceptado por la comunidad. Hoy, lamentablemente, la única política que se está llevando adelante es promover la tenencia responsable en las ciudades.

EDFM: Respecto a esto, ¿existe algún mecanismo de control?
Dr. A. S.: La política de la tenencia responsable a través de la educación y de la castración, es muy buena, pero funciona a largo plazo y suponiendo que toda la gente reacciona positivamente. Suponer que se traduce en un 100% de efectividad, es una utopía en Tierra del Fuego. Como política sirve, pero no sirve en el corto plazo, ya que hay muchísimos perros que persisten en el campo.
Lo que hay que hacer, es reducir el impacto en los ambientes naturales tanto en la producción como en la fauna nativa, sin dejar de lado la seguridad nuestra. Imaginando el peor escenario, representa un potencial peligro para el turismo en ambientes naturales, en una provincia donde principalmente se promueven las actividades alternativas o no convencionales, en la que por supuesto está el trekking, entre otras. Vos te cruzas con una madriguera con cachorros, y la madre te va a atacar. Puede haber heridos si no se hace algo, amén de la seguridad de los trabajadores rurales que no siempre están preparados para enfrentar esto.

EDFM: ¿Qué posibles soluciones son factibles de aplicar?
Dr. A. S.: La única manera que yo veo es reducir el impacto, ¿cómo sacarlos? Lamentablemente no hay otra manera que matar perros. Es la manera de liberar los ambientes naturales y productivos de estos animales. Además, reducir el acceso a estos animales a comida. Existen muchas herramientas, como la cacería directa con armas de fuego; el uso de tóxicos especialmente diseñados para que no impacten en otros animales y tengan una muerte sin dolor; el cerco eléctrico; el uso de perros cuidadores, que es una raza de perros que se creó especialmente en el centro de Europa, donde el objetivo de estos perros es cuidar pequeñas unidades productivas y tienen la función de cuidar a las ovejas de los posibles peligros, a través de su capacidad de leer las señales de alarma de las ovejas.
Recibimos la visita de un experto norteamericano del un organismo llamado Servicio de Sanidad e Inspección Animal y de Plantas de Estados Unidos, organizada por la Universidad donde participamos nosotros desde el CADIC. Sería como el SENASA, pero se le agrega la incumbencia de trabajar en la resolución de problemas con las especies exóticas, fauna nativa y producción ganadera. Ellos, han trabajado con el uso de perros cuidadores con éxito, aún en lugares grandes.
Por supuesto que no hay una herramienta única, esto es lo que tiene que entender la gente y las autoridades. Estamos acostumbrados a querer buscar una única solución rápida, y no es así. Resolver el tema del perro asilvestrado requiere de sostener la política de la tenencia responsable, pero por otro lado, tomar acciones urgentes en el ámbito rural. Esto consiste en cazar perros asilvestrados, trampear, utilizar tóxicos especialmente diseñados para cánidos, el uso de alambrados eléctricos y la incorporación de perros entrenados cuidadores. Todo esto tiene que ser probado a lo largo del tiempo, con una inversión sostenida, con esfuerzos por parte del Estado, del sector de investigación y del sector productor. Esto significa recursos humanos, dinero, y un plan específico.

EDFM: ¿Se ve interés del Estado, o existe la intensión de abordar este problema en conjunto con el CADIC?
Dr. A. S.: Hay interés del Estado, desde el Año 2008 por lo menos yo estoy conversando con el sector rural y con gobierno por este tema. Ha habido intensiones, pero la realidad es que nadie quiere tomar decisiones antipáticas por un lado, y por otro, los argentinos no estamos acostumbrados a tomar decisiones a largo plazo.
Si la solución es ir a matar perros al ámbito rural, eso no está bien visto, genera rechazo. Cuando inevitablemente hay que tomar esta decisión, hay que aguantar los golpes, hay que explicar por qué se hace, que no hay una mejor alternativa en términos de inversión y beneficio para la producción y para el ambiente natural. La misma gente que critica si se mataran los perros, es la misma que después se va a su casa y deja el perro suelto sin responsabilidad. Entonces, tenemos esa contradicción. Pero, es a veces más tentador no meterse en líos, y pensar que con la política de tenencia responsable se va a solucionar todo. Y eso es falso.
Tampoco hay un seguimiento. Por ejemplo, hace un año tuve una reunión con los representantes de los tres Municipios, donde manifestaban que estaban trabajando muy bien con la tenencia responsable, y a lo que yo preguntaba ¿cuántos animales esterilizaste este año?, ¿cómo evolucionó ese número a lo largo del tiempo?, ¿Cómo evolucionaron los reportes de ataques de perros a lo largo del tiempo?, ya que es lógico que si quiero ver resultados, debo monitorear a lo largo del tiempo ciertos datos, y si estos no bajan, evidentemente no hay una evolución. Tengo que tener algún tipo de indicador, y eso es lo que está faltando ya que no me supieron contestar, y si no lo sabés, cómo sabés que tiene éxito.
Se están haciendo cosas, pero por ejemplo, no hay Director de Ganadería desde hace varios meses, por lo que sé. El Estado tiene que tener una persona dedicada a esta problemática, ya que es muy serio y si no lo atendemos, nos va a comer la actividad agropecuaria y el ambiente natural en muy pocos años.
Tenemos oportunidades. Por ejemplo, hay financiamiento del Estado Nacional para hacer diferentes pruebas de tecnologías –que no son créditos, sino subsidios– que nos permiten experimentar con diferentes herramientas, y no quedarnos con el primer fracaso sino seguir intentando y combinando estas herramientas. Para probar tiene que haber voluntad desde el Estado en diseñar un plan especifico y una estrategia de pruebas de herramientas para entregárselas a los productores (que están dispuestos a poner sus tierras, personal y los accesos), sabiendo qué funciona y qué no. Hay recursos en el Estado, yo creo que falta convicción y falta sostener la decisión. Lamentablemente esto lleva a que los estancieros con la intensión de cuidar sus tierras, busquen soluciones por la inacción con herramientas no adecuadas, como el uso de venenos que afectan no sólo al blanco sino que a el resto del ecosistema involucrado también. Entonces, si desde el Estado no los ayudamos con conocimiento, pruebas y herramientas adecuadas, el propietario librado a su suerte, va a usar lo que tenga a mano, generando de modo inadvertido un nuevo problema.