E
l juez de Instrucción de Primera Nominación del Distrito Judicial Sur, a cargo del doctor Javier de Gamas, resolvió dictar el procesamiento a Néstor Fabián Nievas, de sobrenombre “El Pampa”, por considerarlo “prima facie” como autor materialmente responsable por la comisión del delito de “Homicidio Preterintencional”.
Como se recordará Alejandro Ariel Bustos (35) oriundo de Mar del Plata fue hallado sin vida el pasado 28 de Noviembre por personal policial tirado sobre la vereda en la esquina de Walanika y Tekenika, tras acudir por un llamado de vecinos ante una riña a la salida de un Pub. A partir de allí personal policial de la Comisaría Primera logró la detención de Néstor Nievas quien habría agredido a bustos con un golpe de puño.
En la causa Nº 31333/2014, caratulada “Nievas, Néstor Fabián p/ Homicidio “, el juez además ordena trabar embargo en dinero o bienes de su propiedad hasta cubrir la suma de cincuenta mil pesos ($ 50.000).
De Gamas además ordenó inmediata libertad de Néstor Fabián Nievas y ordenó nuevas medidas en relación a una lesión que fue observada entre los dedos anular y meñique de Nievas, a fin de establecer si la misma guarda relación con haber realizado un golpe de puño hacia el rostro de una persona
También envió un requerimiento al Psiquiatra Forense a fin de determinar si al momento del hecho, el imputado Nievas comprendía la criminalidad de sus actos.
Qué es el “homicidio preterintencional”
El homicidio preterintencional se encuadra cuando el agresor actúa con la intención de provocar lesiones a otra persona, con un medio idóneo para ello, pero finalmente le provoca la muerte.
Así, se tiene en cuenta la intención –que no es la de matar– y el medio –que no debía razonablemente ocasionar la muerte–.
El ejemplo clásico: una persona le pega a otra con la intención de causarle un daño físico. La víctima se cae producto de ese golpe y muere porque su cabeza pega contra el cordón de la vereda. El agresor sería responsable de un homicidio preterintencional porque no tuvo la intención de asesinar, y, a la vez, porque el golpe en sí mismo no tenía la entidad para provocar la muerte.
El homicidio preterintencional conlleva una pena de tres a seis años de prisión. Está “en el medio” entre el homicidio simple (de 8 a 25 años de prisión) y el homicidio culposo (seis meses a cinco años).
