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a decisión del Gobierno Nacional de acomodar la cotización interna del barril de petróleo a lo que se sucede a nivel internacional, donde el precio del petróleo WTI y del Brent está en franca caída, derivó en que ayer el Ministro de Economía anunciara que a partir del 1 de enero de 2015 el precio interno del barril de petróleo experimentará una retracción del 10%, lo que a su vez se traducirá en una rebaja del 5% en el precio de venta de los combustibles líquidos y en una disminución de los ingresos que por regalías hidrocarburíferas reciben las provincias productoras de petróleo y gas.
En el caso concreto de Tierra del Fuego, la implementación práctica del anuncio formulado por Kicillof implica que a partir del comienzo del nuevo año el precio del barril de petróleo ronde los 69,3 dólares contra los 77 dólares de la actualidad.
Según precisó el secretario de Hidrocarburos, Alejando Aguirre, a valores del mes de noviembre la caída de la cotización del barril le representará a las arcas provinciales una caída anual por regalías del orden de 13 millones de pesos al año.
“El mes pasado las regalías por crudo representaron casi un 60% del total, pero en el promedio anual ronda el 56%”, precisó, por lo que dijo que sobre un estimado anual total de 620 millones de pesos por regalías el monto que se va a resignar a partir del 1 de enero no resultará altamente significativo.
En lo que hace a los consumidores, dentro de 9 días los precio de los combustibles líquidos que YPF comercializa de manera monopólica en Ushuaia deberán mostrar en los surtidores una baja de entre 43 y 53 centavos por litro.
En la actualidad y en función del aumento del pasado 1 de agosto –el sétimo del año– la nafta súper cuesta 8,84 pesos el litro, por lo que el nuevo precio será de 8,40 pesos. En el caso del gas oil, el litro pasará de 8,75 a 8,31 pesos, en tanto que los combustibles premium (Euro Diesel e Infinia) se comercializarán entre 9,5 y 10 pesos el litro.
Si bien resulta innegable que toda baja de precios resulta un alivio para el golpeado poder adquisitivo de los argentinos, no puede perderse de vista que este año culminará con un incremento promedio en el precio de los combustibles del 29%, que asciende al 60% si se toman en cuenta los incrementos dispuestos desde septiembre de 2013. Es decir, a partir de enero el aumento acumulado será entonces de entre un 25 y un 55%.
Durante la conferencia de prensa de ayer, el Ministerio de Economía, Kicillof, dijo que además de recortar en 7 dólares el precio local del barril de crudo y de aplicar “una baja del precio de los combustibles en pesos en surtidor”, también se está evaluando una reducción del impuesto a las naftas; aplicar un régimen de retenciones móviles para la exportación de hidrocarburos como así también estímulos a la producción.
“Esto es un esfuerzo compartido porque el Gobierno nacional va a también hacer una contribución para que bajen las naftas y el petróleo, vamos a rever el impuesto a las naftas, va a haber un sacrificio de ingresos fiscales en un marco de la situación comprometida del sector petrolero”, apuntó Kicillof.
Por su parte, el ministro de Planificación Federal, Julio D Vido, precisó que la reducción en el precio de los combustibles representa no sólo “una ventaja económica al usuario” sino también una medida de impulso al consumo, ya que dijo que “cada 10 centavos que bajen los combustibles, son 2000 millones de pesos por año que se vuelcan a la economía real, al consumo, ya que se consumen 20.000 millones de litros por año”.
