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ntes de que finalizara 2014, el Poder Ejecutivo provincial recurrió una vez más a la “bicicleta financiera” que le permite financiar parte de sus gastos corrientes con recursos de libre disponibilidad que, por ley, corresponden a los municipios, entregando a aquellos a cambio recursos del Fondo Federal Solidario que pueden afectare exclusivamente a financiar obra pública.
El hasta ahora último pedaleo del año pasado, se concretó el 23 de diciembre cuando mediante el decreto 3098 la Gobernadora ratificó el convenio mediante el que se concertó con el Municipio de Río Grande la cancelación de definitivos de coparticipación con plata proveniente del denominado fondo de la soja.
En el convenio firmado el jueves 22 de diciembre entre el Ministro de Economía, Osvaldo Monti, y el Secretario de Finanzas de la Municipalidad de Río Grande, Federico Runín, “la Provincia se obliga a financiar obras en el Municipio por $ 4.599.426,78, cediendo sumas que le corresponden provenientes del denominado fondo federal solidario”, en tanto que el Municipio de Río Grande “se obliga a aplicar dichos fondo en obras” que se enmarquen dentro de las autorizadas por el Gobierno Nacional a ser financiadas con los recursos provenientes de la distribución de los recursos originados por las retenciones a la exportación de soja.
La transferencia del monto involucrado tenía como fecha límite de realización el martes 13 de enero, por lo que a partir de mañana la Administración Ríos dará por cancela, y así lo reconoce el Municipio riograndense, la suma de $4.599.426,79 en concepto de liquidación definitiva de coparticipación correspondiente al mes de julio de 2014.
Por lo que mediante la utilización sistemática y permanente de este mecanismo, consistente en no pagar en tiempo y forma los definitivos de coparticipación para posteriormente cancelar esa deuda vía financiamiento de obra pública, la gestión Ríos se hizo a lo largo de todo el año que acaba de finalizar de cerca de 100 millones de pesos de libre disponibilidad que afectó a atender los gastos corrientes de la administración central, y privando de esa manera a los municipios de Río Grande y Ushuaia de esa posibilidad, ya que a cambio recibieron fondos con afectación específica.
En definitiva, la gestión Ríos encontró una excelente y económica modalidad para financiar los constantes desequilibrios de caja, ya que genera deuda mediante el uso de recursos que no le son propios. Esa deuda la paga varios meses después sin reconocer interés alguno, y como si fuera poco con fondos nacionales para obra pública.
