E
l productor de sonido y miembro de Nothofagus Producciones forma parte de la dirección del evento anual que se realizó el fin de semana pasado en las inmediaciones del complejo turístico Haruwen, combinando música electrónica con artes visuales, talleres y conciencia ambiental.
EDFM: ¿Cómo salió la cuarta edición del Hain Festival?
G.M: Muy bien, va cada vez mejor. Vinieron artistas tanto locales como internacionales, DJ’s y músicos, a mostrar lo que hacen y disfrutar de la naturaleza. Se calcula que hubo, del staff, unas cien personas trabajando; del público hubo unas quinientas. Casi el doble que el año pasado. Hain es un festival único en su tipo y podría crecer mucho más. Por eso sería bueno tener algún tipo de ayuda por parte de las autoridades.
EDFM: ¿En qué cosas podría ayudar?
G.M: Por ejemplo, hubiera sido bueno la facilitación de una ambulancia por si ocurría alguna emergencia. Los gastos son muchos y, si bien nadie tiene la obligación de apoyarnos en esto, tampoco estaría mal, puesto que es un evento que se hace cada vez más grande, lo que conlleva a la vez más necesidades y presupuesto. Convoca artistas de todo el mundo y mucha gente viene especialmente a Ushuaia para asistir al festival, muchos vienen a dedo desde otras provincias, y otros desde el exterior del país. Nos gustaría, por ejemplo, tener la posibilidad de poner un baño químico en el bosque y así cuidar un poco más el espacio que usamos.
EDFM: ¿Qué lugar ocupa Hain Festival en la escena artística local?
G.M: Conozco bien la escena artística local, viví acá muchos años y la verdad que es difícil. Muchos amigos tienen su laburo: manejan taxis, son profesores, etc., y a la vez hacen lo que les gusta. Yo no me siento representado por lo que se llama folklore; no me identifica un chamamé, una zamba. Ni siquiera los que hacen folklore patagónico. Me siento aculturizado. Por eso tratamos en Hain de hacer algo más nuestro, estamos en los bosques hermosos que nos da la región donde vivimos, y tratamos de relacionarnos con él, en principio practicando el reciclaje, generando un espacio de conciencia ambiental e invitando bandas de rock, pero también de electrónica y arte, para formar una mezcla con lo ancestral y autóctono que hasta ahora es única en su tipo. Y también buscamos relacionarnos con la parte artística de Río Grande.
EDFM: ¿Qué relación hay con Río Grande?
Allá está la 9420, una importante entidad cultural que nuclea a varios artistas de Río Grande. Trabaja con Nothofagus y entre los dos organizamos el Hain Festival. Durante el año hacemos otros eventos, por ejemplo el Jemmy Button experience, aproximadamente cada dos meses.
EDFM: ¿Qué sensación te despiertan este tipo de iniciativas?
Como fueguino también es una búsqueda personal. Necesitamos integrar el arte con el paisaje y el medio ambiente. Y sumar a todos, desde chicos hasta grandes, y desde los espacios más conservadores del arte, hasta los más vanguardistas. Ushuaia es el fin del mundo, pero también el principio de todo.
