Feria del Libro: entrevista a la escritora fueguina Sandra Gioia

03/05/2015
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or Pablo Nardi

No es ningún secreto que la Feria del Libro, en Buenos Aires, funciona como punto de encuentro entre escritores, editores, periodistas y artistas. En estos días, en el Stand de Tierra del Fuego, EDFM se encontró con Sandra Gioia, una escritora, psicóloga y profesora de inglés cordobesa que lleva diecinueve años viviendo en Ushuaia. Publicó, bajo el sello de la Editora de Tierra del Fuego, su primer libro de poemas “Ciudades de la bruma, poemario del bosque”, y EDFM dialogó con ella sobre su vida, su obra y su visión de la literatura.

–¿Cómo empezaste a escribir?
–Empecé de muy chica: cuando tenía nueve años ya escribía. Después de más grande seguí con la poesía, con mi diario íntimo, que escribo desde los quince años.
–¿Qué influencias tenés?
–Tengo muchos autores que me gustan, me encantan Cortázar, Borges. Pero también la literatura universal, como el Gilgamesh, por ejemplo, y mucha poesía. Mucha poesía de mujeres, estoy pensando en las uruguayas Idea Vilariño, Marosa Di Giorgio. De las argentinas Diana Bellessi, Olga Orozco, entre otras.
¿El gusto por las poetas mujeres tiene que ver con el feminismo?
–No, es una cuestión de género, me gusta ver cómo pensamos y cómo sentimos las mujeres, que es muy distinto a cómo es el hombre, que también me gusta, pero es la que más prevalece. Me interesa pensar qué tenemos para aportar desde nosotras, cómo vemos tal tema, el punto de vista, que es distinto a cómo lo ve un hombre.
–¿Y encontrás influencia de Tierra del Fuego en tu obra?
–Sí, el paisaje es muy fuerte: el bosque y la turbera, por ejemplo, son cosas que me obsesionan y aparecen mucho en mis poemas. Quizá demasiado. Amo Ushuaia, esa es la razón por la que me vine desde Córdoba, no por otra cosa. Yo tenía mi casa, trabajo, auto, y me vine a Ushuaia por gusto, no por necesidad. Es muy fuerte Ushuaia y no lo digo solo el paisaje. Es un lugar del que no me he podido ir, a pesar de haberlo intentado (risas).
–¿En Córdoba ejercías la psicología?
Sí. Cuando terminé la Universidad, en Córdoba, ejercí la psicología y también di clases de inglés, siempre trabajé con las dos cosas. Cuando me mudé a Ushuaia trabajé un año en gabinete, pero después dejé la psicología y me quedé con inglés.
–¿Encontrás puntos de contacto entre psicología y literatura?
Un montón. Yo trabajo en los talleres culturales de Provincia, y si bien soy profesora de Lengua (por más que sea inglés en el fondo es Lengua), no quise hacer más psicología clínica. Pero me quedó la visión de buscar lo sano y no solo el conflicto. Con los talleres literarios, de escritura y lectura, hay cierto proceso terapéutico aunque sin hacer terapia. La psicología me da herramientas para trabajar con el grupo, por ejemplo. Doy talleres para adultos: en la Biblioteca Sarmiento y en el Hogar de Día, que lo doy con una psiquiatra.
–¿Cada taller tiene enfoques distintos?
–El de la biblioteca Sarmiento es un taller literario: leemos y a partir de ahí escribimos. En el Hogar de Día el grupo es distinto. En general son adultos mayores, algunos con dificultades cognitivas, otros con problemas matrices, algunos van con sus cuidadores. También van algunos jóvenes, eso nos permite trabajar lo intergeneracional. Usamos el estímulo literario para hacer producciones, que a veces son grupales.
–¿Por qué es terapéutica la literatura?
La escritura ya de por sí es terapéutica: uno puede sacar lo que tiene en su cabeza y ponerlo en un papel, y eso ya es terapéutico. A eso le sumamos compartir con otra gente que te escucha, y a la vez escuchar a los demás, que también ayuda. Por supuesto, no es una terapia de grupo como tal, pero es terapéutico.
–¿Pensás publicar algún libro después de “Ciudades en la bruma, poemario del bosque”?
Sigo escribiendo, pero para publicar todavía no he pensado. Es difícil el tema de la publicación: es caro, hay que ver en qué editorial, cómo, etcétera. En el caso de Ciudades…, me presenté en la convocatoria de la Editora de Tierra del Fuego y salí elegida. Me dio mucha satisfacción porque para mí tenía que ser así, yo no quería pagar para publicar, quería salir elegida.
–En relación al mundo de la publicación y los libros, y ya para terminar: ¿Ves a la Feria del Libro como una plataforma de difusión?
–Sí, porque uno entra en contacto con editoriales que antes no conocía y que me gusta la calidad de trabajo que tienen, como Comunicarte, o como Abran Cancha. También uno conoce escritores que, de no venir a la Feria, no podría conocer, este tipo de eventos es bueno por su diversidad.
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