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os concejales de Ushuaia se reunieron el viernes pasado en el marco de un nuevo encuentro de debate ciudadano para tratar junto a la comunidad el proyecto de ordenanza que autoriza el uso de la planta de filtrado y embotellamiento de agua a escala artesanal, perteneciente a la firma El Faro.
Los ediles debatieron sobre la posibilidad de habilitar transitoriamente la planta de filtrado y embotellamiento de agua, que aún no ha conseguido la acreditación definitiva dado que el edificio que adquirieron en Torelli 897 necesita remodelaciones en las cuales la empresa se encuentra trabajando.
Nicolás Baronetti, representante de la firma El Faro explicó que en el año 2012 alcanzaron la sanción de una ordenanza que los autorizaba a hacer uso de la planta, aunque condicionada a que se realizaran modificaciones para no ocasionar molestias a los vecinos del lugar durante el desarrollo de sus actividades.
Baronetti recordó que “el Municipio nos solicitó que realicemos modificaciones con la carga y descarga de bidones para no interferir en el tránsito y así lo hicimos” y agregó que “ahora trabajamos en interior de local, y de hecho eso nos ha ayudado a mejorar en el proceso de trabajo”.
A partir de ello los concejales felicitaron el compromiso con el que trabaja la empresa familiar con el objetivo de minimizar los posibles problemas con el tránsito de peatones y los vehículos que circulan por la zona, y adelantaron que el asunto será analizado nuevamente en comisión para obtener dictamen final, lo que permitirá el tratamiento definitivo en la sesión ordinaria del 26 de agosto.
Impulsan la obligatoriedad de cambiadores para bebes en edificios de uso público
Los concejales capitalinos analizaron además, en el espacio de debate ciudadano, el proyecto de ordenanza que prevé la obligatoriedad de contar con cambiadores para bebés en al menos uno de los sanitarios masculinos y femeninos de los edificios de uso público, de propiedad pública o privada.
La iniciativa contempla el uso de este tipo de elementos en espacios destinados al alojamiento turístico (hoteles, hosterías, cabañas, entre otros); cultura; educación; deportes (canchas, gimnasios, clubes); esparcimiento (cines, teatros, parques y plazas, entre otros); culto (iglesias, capillas, salas de velatorio); salud; comercios; trabajo; terminales de transporte; administración y circulaciones urbanas (veredas, escaleras, paseos, entre otros).
De acuerdo al proyecto, el incumplimiento daría lugar a multas de entre 500 y 1000 UFAs (Unidad Fija a Aplicar) ante la falta de cambiadores en alguno o ambos sanitarios –femeninos y masculinos- y de 300 a 1000 UFAs ante la falta de condiciones de higiene, disposición y seguridad.
“La falta de estos espacios genera inconvenientes en la salud e higiene, ya que ante la ausencia de cambiadores, madres y padres deben usar lugares inconvenientes para la salud del bebé, sus padres y aquellos que luego transitan o entran en contacto con los lugares donde se han apoyado o desecho los pañales” advierte el proyecto.
La iniciativa afirma además que “la existencia de cambiadores garantiza los derechos de los infantes a una vida sana, en todos los ámbitos de una ciudad accesible”, y advierte que “la obligatoriedad de que se encuentren en los baños de ambos sexos reivindica el rol del padre en el cuidado familiar”.
El asunto será girado nuevamente a la comisión de origen para su tratamiento en futuras sesiones ordinarias.
