E
l concesionario del complejo Cerro Castor se mostró consternado ayer por el derrumbe parcial de uno de los túneles construidos por la empresa que atraviesa la Ruta Nacional Nº3 a la altura del centro invernal, y sostuvo que lo ocurrido “nos duele en el alma porque nadie quiere que ocurran cosas como ésta”.
Juan Carlos Begué explicó que si bien el diagnóstico “no es tan sencillo”, esta semana llegarán a la ciudad representantes de la compañía chilena que proveyó la estructuras cilíndrica utilizada para la obra, con el objeto de realizar pericias técnicas junto a ingenieros de la Dirección Nacional de Vialidad.
“Hemos construido este túnel utilizando todas las reglas de arte. La obra la hizo Cerro Castor adquiriendo la estructura a esta empresa chilena de vasta experiencia y poniendo un ingeniero que realizó todos los cálculos y elaboró la documentación requerida y aprobada por Vialidad, que además inspeccionó los trabajos desde sus inicios en 2013. El tema es que algo ha pasado y todavía no sabemos bien qué”, relató Begué en dialogo con FM Centro.
El empresario también mencionó que el túnel también posee una parte de hormigón hecha íntegramente en Tierra del Fuego y que “no cedió nada” durante el derrumbe del resto de los materiales, a la vez que descartó que el otro túnel situado sobre la ruta, a pocos metros del que colapsó, haya presentado algún tipo de problema.
“El otro túnel está en perfecto estado y eso ya fue verificado por las autoridades. Fue construido hace 15 años y jamás tuvo un problema. Ambos tienen un sistema de construcción similar aunque el otro fue realizado por el Estado, a través de la empresa Techint. Ese tiene 24 metros de largo, y el que se derrumbó tenía 60, esa es la diferencia de tamaños”, precisó el concesionario de Cerro Castor.
Respecto de las hipótesis sobre lo ocurrido, Begué prefirió no referirse al contenido de una pericia preliminar (difundida ayer por FM Aire Libre de Río Grande) donde se hizo mención a una fatiga de materiales producto de la gran acumulación de nieve durante el invierno y el brusco deshielo de las últimas semanas.
En cambio, dijo que en el momento del incidente “no había nieve acumulada” sobre la parte superior del túnel, y que “se había hecho un drenaje para que el agua del deshielo no erosionara el suelo, aunque solamente por una cuestión de preservación del terreno”.
“En estos días nos hemos concentrado en los trabajos para despejar la ruta. Ha sido una tarea muy intensa realizada con máquinas de Vialidad y de nuestra empresa. También valoramos mucho el aporte de Gendarmería Nacional, Defensa Civil y la Dirección de Transporte. Más allá de los daños y contratiempos, destaco que fue una desgracia con suerte”, evaluó el empresario.
Según Begué, el túnel había costado más de un millón de dólares, incluyendo los 545 mil dólares de la estructura cilíndrica, los 600 metros cúbicos de hormigón y los más de 30 mil metros cúbicos de movimiento de suelo que hubo que realizar.
“Ahora lo vamos a reconstruir con todas las garantías del caso. Veremos qué respuesta nos da la empresa proveedora, aunque creemos que no estará listo hasta la temporada de 2016/2017”, pronosticó el concesionario del mayor centro de esquí de la provincia.
Cortes de madrugada
El director operativo de Defensa Civil provincial, Oscar Cuevas, declaró ayer que el tránsito por la ruta 3, a la altura de Cerro Castor, sufrirá interrupciones en horas de la noche o la madrugada, para terminar de derribar las partes del túnel colapsado el pasado viernes.
El funcionario explicó que se optará por esos horarios porque es cuando el tránsito vehicular se reduce “prácticamente a cero”, mientras que el resto del día se seguirá trabajando con una sola mano de la ruta habilitada y con tráfico dirigido.
“Le pedimos paciencia a la gente. No queremos ningún riesgo para el que transita, y las demoras no sobrepasan los 20 minutos. Estimamos que el camino no estará totalmente despejado hasta la semana próxima”, vaticinó Cuevas.
Salvados de milagro
Por su parte la guía de turismo Iris Alderete relató ayer a FM del Pueblo de Río Grande cómo observó el derrumbe del túnel en momentos en que trasladaba a Ushuaia a un contingente de turistas brasileños desde el Lago Fagnano.
La mujer contó que el chofer de la combi frenó antes del puente y que la estructura se desmoronó frente a ellos.
“Vio un poco de agua cayendo del techo del túnel y frenó 20 metros antes de entrar. Si no paraba, se nos caía encima. Nos salvamos por cuestión de segundos”, dijo la guía.
“Si no es por Juan Pablo, nuestro chofer, no la contábamos. Tengo una hija de seis años y pudo quedarse sin su mamá. Siento mucha felicidad por estar viva”, expresó Alderete.
