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in comunicación previa a los fueguinos, a partir del 1 de octubre comenzó a implementarse un nuevo sistema para el cobro de la tasa que deben pagar todos los residentes en la provincia que viajen desde el aeropuerto Malvinas Argentinas de Ushuaia, que no previó un mecanismos eficiente de devolución del monto de la tasa de embarque que está bonificada por los pasajeros con domicilio en Tierra del Fuego.
Desde esa fecha, el monto por tasa de embarque se cobra al momento de adquirir el pasaje tanto en las oficinas comerciales de las líneas aéreas como en las agencias de viaje.
Esta modalidad que se aplica en todas terminales aéreas del país incorporadas al sistema nacional de aeropuertos, presenta en el caso del Malvinas Argentinas una particularidad que lo hace único, ya que en el aeropuerto capitalino rige una tasa diferencial para el pasajero residente que equivale a poco más del 60% sobre el valor base que, en la actualidad, es de 28 pesos. En función de ello, el residente debe abonar 13 pesos. El Estado se hace cargo de los 15 restantes que debe devolver al concesionario mediante un mecanismo de compensación, por ejemplo con obras en la terminal aérea.
Hasta la entrada en vigencia de la nueva modalidad de cobro de la tasa de embarque el pasajero residente, antes de embarcar, debía pagar en las oficinas de la empresa concesionaria (London Supply) del aeropuerto los 13 pesos de tasa.
Pero a partir de la implementación de la nueva modalidad de cobro el pasajero residente, antes de embarcar, debe reclamar ante la concesionaria la devolución de los 15 pesos que sobre el monto total de la tasa tiene bonificada por el estado fueguino.
En la práctica, la falta de una adecuada campaña de difusión por parte de la concesionario y fundamentalmente del Gobierno generó que muchos residentes no reclamaran, por desconocimiento, la devolución de esos 15 pesos que habían pagado en concepto de tasa de embarque al momento de la compra del pasaje aéreo.
Ayer, el secretario de Gestión y Coordinación del Ministerio de Gobierno, Ricardo Vukasovic, señaló que aquéllas personas que se hubieran visto perjudicadas “deben presentar el comprobante de viaje y el concesionario se va a tener que hacer cargo de devolver ese monto a cada pasajero que no lo reclamó al momento de emprender viaje”.
Vukasovic reseñó que para mediados de año la empresa London Supply formuló al Gobierno un reclamo por actualización del monto de la tasa, habida cuenta que el valor en vigencia rige desde 2010. “En el marco de ese reclamo también solicitaron que la tasa se empezara a pagar cuando se compra el pasaje y que la bonificación a los residentes, de 15 pesos, se iba a hacer efectiva una vez realizado el viaje y dentro de un plazo máximo de 30 días”.
El funcionario precisó que como la modalidad de devolución no les pareció adecuada se le informó a la empresa que “estábamos de acuerdo con que la tasa se cobrara al momento de la compra del pasaje, pero que establecíamos un plazo de 60 días para analizar y determinar el mecanismo de devolución de la parte subsidiada de la tasa porque, por ejemplo, considerábamos que la devolución debía hacerse de manera inmediata y previa al viaje del pasajero residente”.
Mencionó que durante se lapso de tiempo la empresa concesionaria no presentó ninguna propuesta nueva para la devolución, y que vencido esos 60 días resolvió implementar, sin notificación previa, el nuevo mecanismos de cobro.
Ya con el hecho consumado, dijo que “detectamos que la información que suministraba el concesionario al pasajero residente respecto de la devolución del beneficio no era adecuada, por lo que requerimos que mejorara ese aspecto colocando carteles informativos dentro del aeropuerto”.
Señaló que también se requirió a la concesionaria que “pasados 15 días de la aplicación del nuevo mecanismo nos informe el resultado que arrojó. Es decir, que nos precisen cuántos residentes viajaron entre el 1 y el 15 de octubre y cuántos solicitaron la devolución del beneficio”, ya que de esa manera se tendrán datos oficiales para evaluar la factibilidad de seguir aplicando este nuevo mecanismo de cobro o la conveniencia de implementar uno distinto. “Lo que queremos saber es cómo están haciendo el control de viajeros residentes para justificar la devolución por parte del estado de la bonificación sobre la tasa”, indicó.
Vukasovic dijo que a su entender una alternativa viable sería que al momento de la compra del pasaje al residente se le cobrara únicamente la parte del valor de la tasa a su cargo y no la totalidad de la misma. Pero reconoció que cuando se evaluó esa posibilidad se planteó que ese esquema “generaría un complicación a las empresas que venden los pasajes”.
Más allá de cómo el Gobierno y la empresa concesionaria terminen resolviendo el tema, lo cierto es que ni antes ni después del 1 de octubre el Ejecutivo dispuso implementar una campaña informativa, para que la comunidad estuviera al tanto que para hacer valer su derecho al beneficio de reducción en el valor de la tasa de embarque debía exigir a la concesionaria del aeropuerto la devolución del monto pagado en exceso.
Aumento de tasa en estudio
En cuanto a la solicitud original de London Supply, el aumento de la tasa, Vukasovic mencionó que la empresa pretendía un valor cercano a los 80 pesos -monto que se acerca bastante a los 60 pesos que se paga, sin distinción entre residentes o no, en el aeropuerto de Río Grande y los más de 70 pesos que vale en el aeropuerto de El Calafate-, pero que todavía no hubo una definición al respecto.
Precisó que desde el Ejecutivo “se pidió colaboración al Órgano Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (ORSNA) y en eso se está trabajando, pero siempre bajo la premisa de seguir sosteniendo el beneficio para residentes”.
