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os jueces Alejandro Pagano Zavalía, Guillermo González y Maximiliano García Arpón, dieron continuidad ayer al juicio en el que se busca determinar las responsabilidades de 34 sindicalistas que protagonizaron un violento ingreso a Casa de Gobierno en mayo de 2013 en medio de un reclamo salarial docente.
Lo más saliente de la jornada fue la declaración del ex ministro Jefe de Gabinete y hombre fuerte del Gobierno de Fabiana Ríos, el doctor Guillermo Aramburu. Si bien sus dichos no cobraron demasiada relevancia ya que en reiteradas oportunidades dijo no recordar lo sucedido ni el estado de las negociaciones salariales con el SUTEF, sino por el férreo enfrentamiento que el ex funcionario mantiene con el sector docente por haber formado parte de la entidad gremial en el pasado.
Ello se vio manifestado ni bien Aramburu se sentó, dado que una docente del SUTEF no perdió tiempo en reprocharle su conducta y lo tildó de “traidor” y “pecho frío”. Esto le valió que el Tribunal ordenara a la Policía que la sindicalista fuera retirada de la sala, ante la desaprobación del resto de sus compañeros que consideraron excesiva la medida.
El ex funcionario fue bastante ambiguo y “olvidadizo” al momento de dar su versión de los hechos. Al ser consultado sobre quién dispuso el operativo, el estado de las negociaciones salariales o quien permitió el ingreso a Casa de Gobierno, dijo no recordarlo.
La defensa de los imputados repreguntó pero Aramburu parecía haberse olvidado de algunos temas puntuales. De esta manera no fue mucho lo que aportó en materia probatoria y sobre los acontecimiento de ese día, indicaron fuentes allegadas al caso.
No obstante, Aramburu sí mencionó que los legisladores Eduardo Barrientos, Jorge Lechman y Liliana Martínez Allende le pidieron que se reuniera con ellos para intentar conciliar un encuentro con los manifestantes, por lo que el abogado de SUTEF solicitó que declaren como testigos. Esa propuesta fue tomada por el Tribunal para ser analizada.
Testigo acusó a Catena
Por otra parte, la efectivo policial Lucía Marín Levín declaró en el marco de la causa debido a que fue una de las agredidas. La uniformada sostuvo que fue Horacio Catena quien la agredió durante el ingreso a Casa de Gobierno. La mujer fue empujada a punto tal que cayó al suelo pese a manifestar que le dijo que se calmara.
No obstante, el registro fílmico otra vez resultó difuso. Ya que si bien se observa a Catena en una posición reprochable no se puede identificar en el video que efectivamente era la uniformada Levín la que termina siendo empujada y agredida.
Cabe señalar que las defensas tanto del Sindicato de Camioneros como del SUTEF han cuestionado desde un inicio la calidad de los videos y la poca precisión de las imágenes, ya que en no en todas son tan enfáticas como parecieran.
