Travesía y experiencia aventurera

Un motociclista unirá Ushuaia-La Quiaca en su moto Puma 98 cc

16/11/2015

El motociclista de Ushuaia, Rubén Leal, emprendió este domingo la aventura de unir la ciudad más austral con La Quiaca, saliendo desde el punto extremo de la ruta nacional 3 -Bahía Lapataia, en el Parque Nacional Tierra del Fuego- a bordo de su moto Puma 98 cc segunda serie, fabricada en 1958.
Rubén Leal, de 49 años, se define como “un mecánico apasionado de las motos, desde chico” que “veía a las Puma en Mendoza- su lugar natal- y eso me llevó a decidir rendir homenaje a este modelo y a la industria nacional, que fabricó esta moto aún vigente en distintos puntos del norte del país” señaló.
Antes del inicio de su travesía, Leal explicó que tiene la intención de “llegar hasta La Quiaca, atravesando el país, como una experiencia personal de crecimiento y superación, pero además para levantar mensajes de las personas de cada lugar, para llevarle al nuevo presidente que resulte electo, sobre lo que queremos para el futuro de la Argentina”, lo que constituirá “un empuje más para cumplir el objetivo de unir el sur y el norte de nuestro país” sostuvo.
“Voy a recorrer la ruta 3 hasta Las Grutas, después subiré por San Luis, Mendoza, San Juan, Santiago del Estero, Tucumán, Salta y Jujuy, con punto final en La Quiaca, pero en el tiempo que sea que me lleve” adelantó el motoviajero y pidió a quienes lo vean en la ruta “que me saluden, me acompañen en algún tramo; para darme un empujón”.
La moto Puma en la que viaja Leal, modelo 1958 segunda serie, llegó al motociclista “a través de un club, en Córdoba. Se la compré al titular, que tiene 70 años y es único dueño” recordó y agregó que “él la restauró con su hijo, la guardaron en 1990 y después llegó a mis manos; les conté mi objetivo y ellos me ayudaron desde el primer momento” así como “mis amigos y demás motoviajeros, de Ushuaia y otros puntos del país, que fueron y son mi apoyo permanente para poder animarme a emprender esta aventura inolvidable”, expresó.
La moto alcanza una velocidad máxima de entre 30 y 50 kilómetros por hora, lo que convertirá al viaje en una travesía extensa y difícil. “Pienso atravesar hasta 200 kilómetros por día, dependiendo del clima y el viento, pero no tengo apuro”, adelantó el viajero, y agregó que “hay que cuidar mucho a esta moto, llevo muchos repuestos para poder repararla fácilmente. Lo más difícil será la ruta y la soledad, pero tengo mucho entusiasmo”.