L
a ciudad vivió ayer su jornada de máxima tensión desde el inicio del conflicto con los gremios estatales por la reforma jubilatoria, al producirse el corte de la Ruta Nacional Nº3 y del acceso al Aeropuerto de Ushuaia, el escrache al legislador radical Oscar Rubinos a la salida de una radio y la toma de edificios públicos como la Dirección Provincial de Obras y Servicios Sanitarios (DPOSS) que puso en riesgo la normal provisión de agua potable en la ciudad.
Una de las medidas que mayor cantidad de inconvenientes generó fue la interrupción del tránsito vehicular en la rotonda de acceso al aeropuerto, lo que impidió el ingreso y egreso de pasajeros que provenían o se dirigían hacia la terminal aeroportuaria. Muchos de ellos, en su gran mayoría turistas, tuvieron que cruzar el piquete a pie y caminar tres kilómetros cargando bolsos y valijas.
“Queremos que la medida tenga repercusión a nivel nacional para ver si algún funcionario de Nación puede encontrar alguna alternativa de solución a nuestros reclamos”, justificó el secretario adjunto de la Asociación de Trabajadores de la Sanidad Argentina (ATSA) Jorge Saravia, presente en el lugar.
El gremialista criticó la “falta de respuesta del gobierno” al reclamo de derogación de las leyes previsionales, y llamó a encontrar propuestas “viables y conducentes”.
Por su parte, referentes de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) y jubilados autoconvocados cortaron el tránsito en la Ruta 3, a la altura de “la Virgencita”, unos 3 kilómetros al norte de la salida de Ushuaia.
La modalidad que utilizaron los manifestantes fue levantar el corte cada quince minutos, para dejar pasar a los vehículos que se dirigían hacia la capital fueguina o la ciudad de Río Grande, aunque de todos modos se generaron colas de varios cientos de metros de un lado y del otro del piquete.
“La gente comprende la medida y nos alienta a seguir. Tocan bocinas en señal de apoyo y les hemos explicado la situación y entregado panfletos a los turistas”, sostuvo la dirigente de los jubilados Patricia Blanco, una de las apostadas en el corte de la ruta 3.
“Parece que los únicos que no se dan cuenta lo que sucede son los que deberían decirle la verdad a la gente. La provincia está en llamas”, declaró Blanco a los periodistas que cubrieron la protesta en ese lugar.
La decisión adoptada la noche anterior por una asamblea reunida frente a Casa de Gobierno, de escrachar a funcionarios provinciales y legisladores en sus domicilios, se cumplió pero no en la vivienda sino en la radio donde estaba haciendo declaraciones el legislador radical Oscar Rubinos.
Un grupo de estatales acudió hasta FM Master´s, en Gobernador Paz y Rivadavia, y pretendió increpar al funcionario luego de que finalizó la entrevista que había concedido a la emisora.
Como resultado, Rubinos tuvo que retirarse por una puerta de emergencia y cuando finalmente subió a un vehículo fue recibido a los gritos por los manifestantes.
A su vez, los gremialistas de algunas reparticiones públicas decidieron tomar las instalaciones e impedir que siguieran funcionando con el personal jerárquico y los trabajadores no adheridos al paro.
Así fue el caso de la DPOSS, cuya sede central fue ocupada y se cortaron los servicios de gas y electricidad, lo que obligó a cesar con todo tipo de actividades.
"Está fuera de discusión que tienen derecho a expresarse. Es diferente cuando toman las oficinas y no nos dejan trabajar", afirmó el presidente de Obras Sanitarias, Guillermo Worman.
El funcionario explicó que como las medidas de fuerza impiden la compra de insumos básicos para realizar reparaciones de cañerías o potabilizar el agua, lo ocurrido puso en riesgo el abastecimiento de este servicio básico en toda la ciudad.
Por otra parte, algunos dirigentes gremiales del sector privado y funcionarios del área de Turismo, remarcaron ayer los perjuicios que la protesta origina en otras actividades ajenas al Estado provincial
“Hay comercios que han preferido cerrar porque así no se puede trabajar. Algunos tratan de tener las puertas abiertas solo en los horarios pico, aunque todos los de la zona céntrica se han visto perjudicados”, alertó el dirigente de la Unión de Trabajadores Gastronómicos (UTGRA), Ramón Calderón.
Incluso mencionó que raíz de las noticias de los últimos días, “hay turistas que han preferido saltearse Ushuaia e ir directamente a El Calafate”.
La misma incertidumbre por el impacto en el sector turístico fue advertida por el presidente del Instituto Fueguino de Turismo (Infuetur) Luis Castelli, quien les recordó a los estatales que “hay sectores que viven y trabajan de otras actividades”
“Hasta ahora no hubo reclamo formal de los operadores turísticos. Es muy reciente y estamos viendo cómo tratamos de solucionarlo”, indicó Castelli.
