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finales del corriente año se cumplirán 20 años del homicidio de Teresa “Tita” Bahamonde Cárdenas, una reconocida vecina de Ushuaia que fue encontrada muerta a puñaladas y cuyo asesinato se encuentra impune hasta nuestros días. Pero una nueva prueba podría abrir la esperanza para que la justicia encuentre al culpable, ya que gracias a modernas técnicas de detección de ADN, se encontró en un elemento de la vivienda, casi dos décadas después, manchas de sangre que pertenecen al autor del crimen.
El juez Javier De Gamas Soler ordenó la extracción de sangre a 64 personas, en su mayoría conocidos, personas de su entorno laboral y demás. Hasta el momento 35 de esas personas ya comparecieron y se sometieron a la extracción sanguínea. Cada una de las muestras será enviada a un laboratorio genético del norte del país en donde serán comparadas con el patrón genético hallado en la escena del crimen.
Cabe recordar que “Tita” Cárdenas fue encontrada muerta a apuñaladas en su vivienda de Don Bosco 377 el 1 de diciembre de 1996, aunque las pericias revelaron que había sido asesinada, el día anterior.
En esos días los pobladores de Ushuaia se estremecieron por la noticia, ya que se trataba de una antigua pobladora y que se desempeñaba como personal administrativo de la EPET, escuela técnica de Ushuaia.
Las sospechas estuvieron siempre centradas en algún conocido de su entorno laboral o familiar. Los investigadores sostuvieron que el asesino era un conocido de “Tita” Cárdenas, dado que no se detectó ninguna cerradura forzada, por esa razón, se presumió que la víctima le franqueó el ingreso a su domicilio.
Según informes periciales, efectuados en Córdoba, la sangre encontrada en la escena del crimen, que no pertenecía a la víctima, se correspondía con la de un hombre caucásico. La autopsia efectuada permitió determinar la presencia de restos de piel debajo de sus uñas y que no eran compatibles con la sangre encontrada. De este modo, se comprobó la complicidad de al menos dos personas en el asesinato.
El largo proceso judicial no tuvo avances significativos. En 2006, la jueza María Cristina Barrionuevo llegó a citar a once hombres vinculados a la escuela donde trabajaba Cárdenas, de ellos, uno había fallecido y otro se negó a ser sometido a la prueba.
El laboratorio donde se realizaron las pruebas determinó que ninguna de las muestras sanguíneas, extraídas en el marco de la investigación, era compatible con el patrón genético hallado en el lugar del crimen.
Ahora con las nuevas medidas del juez De Gamas Soler se abre una luz de esperanza para evitar que el asesino de “Tita” Cárdenas, quede impune y sin castigo.
