uando todo pareciera ser un principio de solución en el conflicto estatal, surge de uno u otro lado, una frase desafortunada, o un hecho repudiable, que diluye la expectativa de la sociedad para que finalmente el conflicto termine y todo vuelva a la normalidad. Ayer una vez más, cuando parecía que las partes se iban a reunir, el ministro de Gobierno, Gastón Díaz, cruzó a Elisa Dietrich (ambos en la foto) por haber insinuado que se iba a generar “una batalla campal” sino se discutía la totalidad del paquete de leyes. Por otro lado, en el Ministerio de Educación, sindicalistas del SUTEF intentaban ingresar por la fuerza para mantener una reunión con el titular de Educación. Más allá del juego de palabras, ya que el Gobierno desafió a una “batalla argumentativa”, sería muy positivo para todas las partes, dejar de lado las actitudes infantiles y hostiles, y encontrar el tan pregonado “diálogo” que todos invocan, pero que pareciera pocos quieren concretar.
