ara los ciudadanos individualmente, para los planes personales, para la vida cotidiana. Pero el precepto de este cartel también es de aplicación para los gobiernos en todos los niveles. Ni los pozos, ni los colectivos, ni los residuos, ni los hospitales, ni las viviendas, ni el déficit económico, ni las escuelas, ni los robos, ni la corrupción, ni la justicia ni tantos otros temas van a mejorar por efecto de la mera contemplación. Se trata de pensar en las mejores opciones y, sobre todo, de llevar a cabo las medidas para que esas realidades cambien, y mejoren entonces las condiciones de vida de la gente. No es hablando de los problemas que simplemente las cosas van a suceder.
