ra el partido, el de la historia. El que ratificaba que lo hecho en este proceso de tres años no era casualidad. Y así salió a jugarlo la Argentina.
Con la presencia dorada de los fueguinos Alamiro y Constantino Vaporaki, los de Diego Giustozzi comenzaron algo lentos en la marca, pero con el paso de los minutos se fueron acomodando hasta que apareció el primer gol, en un pase largo y preciso de Wilhelm para que Borruto le tire un sombrero al arquero Bebé -venía de romperla ante Azerbaiyán- y empiece a marcar el rumbo del encuentro.
Luego vino la igualdad de Re empujándola abajo del arco y la ráfaga goleadora de la albiceleste, el momento clave de la semifinal.
Primero apareció el “Pelado” Stazzone, para definir tras un envío raso cruzado perfecto del capitán Wilhelm. Acto seguido Cuzzolino aprovecha una mala salida y de derecha le pega encontrando el pecho del fueguino Alamiro Vaporaki, para concretar su tercer tanto en esta cita mundialista.
Como si fuera poco (todo esto en menos de un minuto) antes de que se cumplan 180 segundos del gol de Stazzone apareció Alan Brandi para estampar entre las piernas de Bebé el 4-1 con el que Argentina empezó a definir el pleito.
Así se fue la primera parte, con una vorágine emocional impresionante, mientras todo el estadio lleno de colombianos alentaba por Portugal.
Faltaba un montón, pero Sarmiento iba a erigirse como la gran figura tapando absolutamente todo lo que le tiraron, obligando el ingreso de Bruno como arquero jugador a falta de 10 minutos para el cierre del juego.
Decoraron el marcador el gol de Cuzzolino tras un tiro libre y el descuento de Bruno, justamente, aprovechando la supremacía numérica.
Lo de Argentina fue casi perfecto. Historia pura en Cali. El sábado a las 16:30 (ARG) por la Copa del Mundo ante Rusia.
No nos falta nada, un pasito hacia la gloria eterna...
