iquest;Que el asado es un lujo? ¿Qué para comprar carne casi que hay que pedir un crédito? ¿Qué prendemos el fueguito cada tanto? ¿Qué la parrilla se está oxidando? Y bueno, tampoco seamos pesimistas. Con un poco de ingenio y buen humor podemos hacer que el precio de la carne no se note tanto. Eso sí, que el “ferné” lo aporten los invitados.