l mundo está plagado de historia, historietas, mitos y creencias, que algunas son ciertas y otras no tanto. Nuestra ciudad es de esas que tiene mucho condimento, los años del Presidio dejan la pluma y la mente abierta a muchas cosas, como Cayetano Santos Godino el famoso petiso orejudo o la escalofriante leyenda la dama de blanco que se paseaba en las cercanías del hospital Naval. Pero hemos descubierto una nueva, la de los “presos sin cabezas”, o por lo menos así lo muestra el mural que está en la escalera del correo. Habrá que investigar un poco ese tema. Fuera de la chanza, felicitaciones a los artistas que lo están restaurando.