í, seguro estaba apurado. O puede que no haya habido estacionamiento en kilómetros a la redonda, como suele ocurrir en el casco céntrico de nuestra ciudad.
Nada de esto da impunidad. Ellos, no sólo tienen el deber de protegernos y velar por nuestra seguridad sino que, como todo ciudadano, también tienen la obligación de dar el ejemplo.
Claramente, estacionando en un lugar prohibido y que además obstruye una rampa de discapacitados, no lo es la manera de darlo.