s moneda corriente que los cronistas y movileros de los medios de Ushuaia tengan que lidiar con diversos inconvenientes cada vez que deben cubrir un acto público. Y la apertura de sesiones del Concejo Deliberante capitalino no fue la excepción. El parlante estaba casi en el techo y para tomar el discurso del Intendente los colegas anduvieron con los brazos en alto, como pidiendo “orsai”, durante unos cuarenta minutos. Eso sí, los petisos sufrieron más.