Condenaron a los 5 acusados de un caso de transporte de cocaína descubierto en Río Grande
Decisión del Tribunal Oral en lo Criminal Federal de la provincia

Condenaron a los 5 acusados de un caso de transporte de cocaína descubierto en Río Grande

El veredicto se conoció el viernes. La pena más alta de 8 años de cárcel fue para Juan Pablo Crespi, dueño de una agencia de autos, a quien se consideró el organizador de la maniobra para traer 15 kilos de estupefacientes a la provincia en 2016. Pero solo 600 gramos eran cocaína de máxima pureza y el resto diluyentes. También condenaron a otras 3 personas a 4 años de cárcel y a una a 2 años de prisión en suspenso como partícipe secundario.
11/09/2017
E

l Tribunal Oral en lo Criminal Federal de la Provincia condenó el viernes a penas entre 2 y 8 años de prisión a los cinco acusados de participar de un caso de transporte y comercialización de drogas descubierto en agosto del año pasado en el ingreso a la ciudad de Río Grande.
El veredicto aplicó la pena más alta de 8 años de prisión de cumplimiento efectivo y 30 mil pesos de multa a Juan Pablo Crespi, dueño de una agencia de autos, a quien consideró el “organizador” de la maniobra por la que se transportaron 15 kilos de cocaína diluida desde Buenos Aires a la provincia a bordo de un vehículo que fue interceptado poco antes de ingresar al distrito riograndense.
Los jueces Luis Giménez, Ana María D´alessio y Alejandro Ruggero, condenaron también a 4 años de cárcel y 10 mil pesos de multa a Amelia Torres, quien conducía el automóvil donde fue hallado el estupefaciente, y a Maximiliano Benítez, ambos por el delito de transporte de la droga.
En tanto, David Fernández fue condenado a la misma pena como autor del delito de comercio de estupefacientes.
Por su parte, la condena más leve la recibió Omar Riquelme, quien fue considerado partícipe secundario del comercio de la droga y recibió 2 años de prisión en suspenso más 225 pesos de multa y las costas del proceso.
En el caso de Riquelme, el tribunal dispuso que deberá someterse a reglas de conducta durante el tiempo de duración de la pena, como fijar domicilio y estarse a las reglas del órgano de ejecución de la condena.
Los jueces también rechazaron planteos de nulidad realizados por las defensas de Crespi y Fernández, a la que vez que tuvieron en cuenta algunos de los pedidos realizados en su alegato por el fiscal general Adrián García Lois.
Por ejemplo, el titular del Ministerio Público valoró como un atenuante que si bien la sustancia secuestrada pesó 15 kilos 225 gramos, las pericias posteriores demostraron que sólo 600 gramos correspondían a cocaína de máxima pureza, mientras que el resto eran diluyentes.

El caso y el juicio

Durante el juicio que empezó el lunes pasado también se dispuso la detención, por presunto falso testimonio, de Jesús Pedro Díaz, un testigo que había sido convocado por la defensa de Crespi y que según fuentes judiciales, incurrió en una serie de contradicciones durante su alocución ante el tribunal.
Torres y Benítez habían confesado su participación en el hecho, en tanto que Riquelme admitió que es adicto a la drogas pero negó haber participado en el transporte y Fernández y Crespi, se habían declarado inocentes.
La droga fue descubierta el 19 de agosto de 2016 en el interior de un vehículo que ingresaba a Río Grande procedente de la provincia de Buenos Aires, y que conducía Torres.
El juez Federal de Ushuaia Federico Calvete ordenó luego al menos diez allanamientos y con la evidencia recolectada dispuso la detención y después el procesamiento de los cinco acusados.
El automóvil había atravesado los cuatro controles aduaneros obligatorios para ingresar a territorio fueguino por vía terrestre, pasando por Chile, antes de ser detenido, aunque la fuerza policial monitoreaba su recorrido a través de tareas de inteligencia y por una investigación que había comenzado en abril del año pasado, confirmó el fiscal Federal Marcelo Rapoport.
En los allanamientos realizados la policía secuestró material informático, teléfonos celulares y dinero en efectivo, además de pequeñas cantidades de droga, una balanza de precisión, cheques y armas de fuego.
Crespi, quien es dueño de una concesionaria automotriz ubicada en la intersección de las calles Obligado y Don Bosco de Río Grande, ya contaba en su haber con antecedentes anteriores que lo vinculaban a la comercialización de estupefacientes.

Galería de noticia
Cuál es tu opinión sobre la nota?
  • Me interesó
    100%
    2 votos
  • No me interesó
    0%
    0 votos