a mala costumbre de estacionar donde se le da la gana, es un habito común en nuestra ciudad y hasta lo toman con toda naturalidad. Que “bajo cinco minutos” o el “ya vengo” y si no, poner las balizas pensando que el auto por arte de magia desaparece y deja de estar en infracción. Creemos que la señal es bastante clara y que este señor no sabe leer o interpretar un dibujo que indica discapacidad. No cabe dudas que estas actitudes son indicadores de que alguna parte de la sociedad que no le interesa el bienestar común.