s cierto que los perros son animalitos que muchas veces nos enseñan entre otras cosas de su incondicional apego. En este caso vamos a este querible “pichichu” que se sentó de una manera muy peculiar en la puerta del local comercial, tal vez esperando que su amo saliera del negocio o solamente tomando un poco de fresco en la noche de Ushuaia. Lo que si podemos afirmar es que parece no estar preocupado, ni por el dólar, la inflación, o el FMI.