on tal de no tener que traer a la Redacción torta, sanguchitos, una buena picada y bebidas, nuestro compañero de trabajo y amigo Darío Ayala se subió al avión y se fue para sus pagos. Consideraríamos un gesto de buena voluntad de su parte que regrese con algunos ferné y varias cajas de alfajores cordobeses como para comenzar a reparar la falta. Es que no somos rencorosos, pero tampoco olvidamos.