s cierto que muchas veces pasar por un supermercado es un dolor de cabeza. Colas interminables, cajas que no están habilitadas, prioridades que no se tienen en cuenta y otras vicisitudes más. Sin embargo hoy nos ocupa el conocido carrito de supermercado. La mayoría de los mortales ingresamos al súper, compramos, egresamos y descargamos lo adquirido en el auto. Allí llega la pregunta del millón. Dónde dejamos el carrito?. Al parecer este vecino estaba un poco apurado y no tuvo mejor idea que dejarlo sobre este cartel. Mejor no avivar giles.