arece que de tanto escuchar hablar de la inestabilidad cambiaria que vive la Argentina, el clima fueguino decidió ponerse a tono con esa situación, y a pocas horas de la llegada de la primavera consideró oportuno regalarnos una nevadita.
Ojalá que sólo se trate de un fenómeno pasajero, ya que este año estamos bastante podrido de las “tormentas”.