e acuerdan cuando el asado salía 170 pesos el kilo. Qué tiempos aquellos. Mientras la inflación hace mella en los bolsillos de los fueguinos, no está de más recordar lo agradable que era comer un asadito con amigos o la familia cuando salía 170 pesos el kilogramo de costillas. Ahora el ingenio del carnicero no tiene desperdicio. 170 pesos el kilo de asado, más tierno que político en campaña. Me parece algo exagerado. Tan tierno puede ser. Andá.