ace algunos días el municipio pintó las veredas céntricas como parte de las tareas de mantenimiento que realiza. No faltó oportunidad para que nuestros amigos, los perros, hicieran su parte dejando una impronta que para los más distraídos puede ser una trampa mortal. El hedor propio de llevar un sorete escondido en una suela, o un resbalón y una caída sobre tremenda manifestación de arte perruna, pueden ser los peores escenarios. Cuidado con la cacona…