Ushuaia

Fallido intento de acción política disfrazado de reclamo social

10/12/2018
L

a apropiación del espacio público como medio de protesta ha sido, y seguramente seguirá siendo motivo de controversia en la medida que tal actitud continúe avasallando los derechos que también le asisten a los demás ciudadanos, aquellos que no participan de la protesta y que ven dificultada su vida cotidiana, sea en el desplazamiento o en el desarrollo de sus actividades.
Mas allá de los “protocolos” y normativas que sobre el particular se han puesto en práctica, la realidad demuestra que cualquiera, sin importar motivación, cantidad y legitimidad puede hacerse dueño de la vía pública regulando a su absoluto antojo el tránsito de personas y vehículos, so pretexto de visibilizar su situación.
Esta práctica que en otros lugares del mundo adquiere relevancia verdadera por la magnitud del colectivo social que la desarrolla pero sobre todo por su carácter de situación extraordinaria, en nuestro país el cronograma de cortes de calles por manifestaciones integra la agenda cotidiana, junto con los datos del tiempo,  el resultado de la quiniela y la cotización del dólar. En nuestra ciudad la reacción no es muy distinta y el desarrollo de tales situaciones transita entre la apatía y la bronca de los perjudicados por la prepotencia de quienes creen que solo existen sus derechos, y la “simpática” mirada de los eventuales turistas que registran con sus celulares y cámaras fotográficas el murguesco espectáculo que se les brinda.
El pasado viernes el centro de Ushuaia se vio tomado por un reducido grupo de personas. El motivo del reclamo, un supuesto desalojo ordenado desde el municipio capitalino.

La verdad es otra

Parte de los manifestantes ocupan irregularmente un predio próximo al barrio Los Leñadores, denominado Barba de Viejo. Habiéndose agotado oportunamente todas las instancias administrativas el caso de la ocupación está judicializado a la espera de resolución.
Otra parte de los manifestantes estaba integrado por ciudadanos extranjeros que intentan instalarse en tierras de Ushuaia pasando por sobre el registro de demanda, por sobre los plazos establecidos y por fuera de lo que son los programas de regularización.
Claro que el condimento político parece haber estado presente. En el Municipio Capitalino existe la certeza que lo ocurrido estuvo movilizado desde FORJA, fuerza política que tiene entre sus principales referentes al intendente de Rio Grande, Gustavo Melella y a Gustavo Ventura en Ushuaia. Dicha convicción surge de identificar entre quienes lideraban la protesta a Pedro Fernández, cercano a Melella, ex referente del barrio La Cima, quien, según aseguran ni siquiera reside en la zona de Andorra.
Es una lástima que esta gente genere barullo, tome tan a la ligera algo tan importante como el ordenamiento territorial, la organización de la ciudad, la búsqueda de caminos de consenso.  Son muy evidentes, son muy obvios. Son enviados para desunir y resucitar viejas disputas que solamente se superan con políticas públicas y no con prepotencia, sostienen desde la administración Vuoto.

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