l presidente de la Dirección Provincial de Obras y Servicios Sanitarios (DPOSS) Guillermo Worman anticipó ayer que solicitará la colaboración del Centro Austral de Investigaciones Científicas (CADIC) la Universidad Nacional de Tierra del Fuego (UNTDF) y asociaciones ambientalistas para analizar el impacto de la contaminación cloacal en Río Grande, a partir de la causa judicial iniciada por ese organismo contra el municipio riograndense para hacer cesar el vertido de líquidos cloacales crudos al mar.
El titular de la DPOSS le dijo a EDFM que mientras se aguardan los resultados de los estudios de laboratorio sobre muestras de agua extraídas el pasado viernes, durante una inspección ordenada por el juez Civil Horacio Boccardo, a cargo del caso, requerirá la intervención de instituciones y Organizaciones No Gubernamentales vinculadas con la problemática ambiental.
“Queremos que nos ayuden a confeccionar un diagnóstico preciso y que colaboren con el municipio para realizar un plan de remediación ambiental. Dado el intenso interés que generó la audiencia pública sobre la evaluación de impacto ambiental de proyecto del Corredor del Beagle, creemos que en este caso también estarán interesados en remediar el problema”, señaló el funcionario.
En esa línea, explicó que “el estuario conformado por el Río Grande y el Mar Argentino es un sitio altamente valioso. Allí reside una enorme cantidad de población en ambos laterales, y particularmente en la Margen Sur se advierten enfermedades que estarían en relación directa con la falta de tratamiento cloacal”, señaló Worman.
La DPOSS inició una “acción preventiva de daños” ante el Juzgado Civil 1 de Río Grande relacionada con el volcado al río y al mar de “efluentes cloacales con altos niveles de bacterias de coliformes fecales y totales, en contravención a los parámetros de vuelco bacteriológicos establecidos en la legislación ambiental vigente”.
Allí advirtió que la situación provoca “un claro daño actual y directo al medio ambiente” y un “serio riesgo para la salud de la población en general”.
La demanda recuerda que en mayo de este año personal técnico de la DPOSS detectó “altísimos niveles de bacterias coliformes fecales y totales (3.300.000 y 7.000.000 respectivamente), que aconsejan la adopción de acciones inmediatas”.
El organismo halló que el emisario de la planta de tratamiento de la ciudad está “roto en varios lugares”, mientras que “en la margen norte del Río Grande se detectaron dos vuelcos de desechos cloacales sin tratamiento”.
El juez Boccardo ordenó el pasado viernes una inspección ocular de la que participó Worman y Gabriela Castillo, secretaria de Obras Públicas del municipio, además de peritos judiciales y técnicos de la DPOSS y de la municipalidad que extrajeron muestras de agua en la “boca de registro Máxima Norte”, la Planta Depuradora y la Margen Sur.
