sta magnífica ocurrencia esconde un verdadero mensaje: todo en la vida es un ciclo. Se trata de un mingitorio, común encontrarlos en los baños destinados para los hombres, para hacer pipí de parados. En este caso, fuera del tradicional artefacto de baño de loza, se utilizó un barril de cerveza. El mismo barril que contuvo alguna vez el líquido generador del pipí.
Del barril vino, y al barril volvió.