a pasión por los fierros no tiene y nunca tuvo explicación lógica, sino de otra manera no se puede entender como había, y todavía hay, quienes se animan a desafiar las rutas fueguinas en autos como el entrañable Citröen 2cv o 3cv.
Si te pones a recordar que hace 2 o 3 décadas atrás los caminos que recorría la Hermandad eran todos de ripio no te queda otra que reconocer que los pilotos de entonces eran un “locos lindos” que estaban dispuestos a todo para disfrutar de esa pasión fierrera.