l pasado viernes, cuando cruzó un semáforo en rojo y chocó el remis que manejaba, para luego huir del lugar, Sergio Bielak “no pudo comprender la criminalidad del hecho ni dirigir sus acciones”, por lo tanto es una persona inimputable por lo que será cerrada una causa penal por lesiones que se había iniciado en su contra.
Hace una semana, cuando ocurrió el incidente vial que conmocionó a los vecinos, por haber ocurrido en pleno centro de la ciudad de Río Grande, el juez de Instrucción Daniel Cesari Hernández instruyó una causa en contra de Bielak, ante la decisión de la pasajera del remis de instar una acción penal por las lesiones sufridas.
Al remisero se lo mantuvo desde el viernes y hasta el sábado, por algunas horas en condición de detenido e imputado en la causa penal. Sin embargo, cuando fue trasladado a Tribunales para ser indagado, el juez Cesari Hernández dispuso suspender la medida y ordenar que sea internado en Salud Mental, del Hospital Regional, mientras se disponía una pericia psicológica.
Al momento del suceso “no pudo comprender la criminalidad del hecho ni dirigir sus acciones” determinaron los resultados de las pericias psiquiátricas practicadas a Bielak. Con esos antecedentes en poder del Juez, se resolvió cerrar el caso, declarando la inimputabilidad del protagonista del incidente vial.
Antecedentes del caso
El viernes 10 de enero, minutos después de las 13.30, Bielak conducía el móvil 128 de la agencia Remis Malvinas y lo hacia con una mujer y su hija como pasajeras. El auto circulaba por avenida San Martín y a pesar que el semáforo estaba con la luz roja, no detuvo su marcha, colisionando con un Renault Kangoo, el cual estaba habilitado por la luz verde para circular.
Como consecuencia del choque, el remis terminó estrellado contra un cantero del boluverd ubicado en San Martín y Belgrano, tras lo cual el motor comenzó a incendiarse, situación que provocó pánico a los testigos del hecho, que temían por la posibilidad que las llamas tomaran contacto con un tanque de GNC que el auto tenía instalado en el baúl.
Bielak escapó rápidamente del lugar de la escena, dejando abandonado a su suerte tanto a las clientas que llevaba como pasajeras, como así también a los ocupantes del utilitario afectado por el choque.
El remisero no sólo desapareció del lugar del incidente vial, sino que además había tomado un rumbo desconocido, de acuerdo a datos que aportaron otros remiseros con quienes tuvo contacto, hasta que resolvió escapar por un descampado ubicado por detrás de la pista del aeropuerto de Río Grande.
Luego de más de cuatro horas de intensa búsqueda y en medio de una copiosa lluvia, fue encontrado el chofer del remis, cansado, mojado y con indicios de estar alterado mentalmente. Según testigos, el joven se culpaba de haber matado a los pasajeros del remis y vociferaba que “se viene el fin del mundo”.